Capitulo 34

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Selene termina de ondular mi cabello y trenzar uno que otro mechón. El resultado final me gusta, es diferente a lo que acostumbro pero me gusta. De pronto comienza a maquillarme, esta vez he dejado mi maquillaje y peinado en sus manos, no quería opinar, prefería esperar a ver el resultado final. Julie llega mirándome con algo de reprimenda y se va. Selene continúa con su trabajo y de vez en vez me cuenta algún chisme, a decir verdad era muy seria en su trabajo, aunque bastante chismosita, me mira y finalmente le toma una foto al resultado y sonríe.

-te ves hermosa.

-Gracias.- me miro frente al espejo y tardo un poco en reconocerme, parezco otra, pero me gusta.

-dejare aquí el labial, si lo crees necesario puedes retocarlo a tu gusto, es a prueba de agua, así que no tienes que preocuparte por tu bebida. -habla señalándolo el labial rojo vino que coloca en mi buró.-si sientes ansiedad, comezón, picazón o cualquier cosa fuera de lo normal, trata de no tocarte la cara y si es necesario hazlo con la punta de un papel.-me indica cómo si fuese la primera vez que me maquilla.

-son muchas instrucciones.

-Las necesarias solamente, el maquillaje de hoy es un poco más cargado, y el peinado distinto, no estás acostumbrada a ello, por lo qué más vale prevenir.

Comienza a juntar todos sus utensilios y sin previo aviso Vanessa llega como alma que lleva el diablo, me mira y muestra sorpresa.

-Luces preciosa.-me sonrojo.

-la ocasión lo amerita.-confieso.

Vanessa a diferencia de Julie estaba un poco más a mi favor, mientras que Julieta estaba totalmente dispuesta a apoyarme en lo que fuera necesario y esto entraba en parte del plan.

-Tam, eres alguien que se merece el cielo y las estrellas, cualquier cosa que pase hoy ten por seguro que estaré a tu lado.

Le abrazo y lloro un poco, Selene nos mira desde la distancia y desde ya la veo comenzar a sacar un par de maquillajes de su estuche.

***

-¿primeros o últimos asientos?-preguntó parada frente a la puerta de la iglesia. Julieta se coloca a mi lado.

Coloca sus manos en mis hombros y ese pequeño gesto ayuda a relajarme un poco.

-querida, con ese corte que deja ver tus piernas y encajes, y ese escote tan provocativo yo que tú me sentaba entre los novios para ver sufrir a ese infeliz.-responde con gracia.

-tampoco quiero faltarle al respeto a la iglesia, seré una puta, pero tampoco pecadora. -ríe.

La gente comienza a llegar y ha acumularse afuera de la iglesia, comienzan a formarse grupos de gente saludándose, me hago a un lado dándole espacio a Saúl y Julieta para que saluden a la familia del flamante novio. Me coloco frente a unos de los cristales que adornan la entrada y mirando mi reflejo me cercioro de que todo esté en su lugar, retocó mi labial y en el reflejo veo a Eliot, llegando en su deportivo. Luce justo como protagonista de revista para damas, sonríe a medio lado y ya siento mis bragas humedecerse, sacudo mi cabeza y me enfoco en lo mío.

Eliot entra a la iglesia y pasando desapercibida me cuelo y acerco a este, le veo en una imagen un poco distinta a la que qué tenía de él, se encuentra hincado y en silencio. Me coloco detrás de él. Su perfume inunda mis fosas nasales. Cuento mentalmente y le miro a su ancha espalda.

-espero no te truenen las rodillas al pararte.

-Támara.-musita entre dientes.

-la misma, en verdad me sorprendes,-se sienta frente a mi banca girándose para verme.-creí que a tu edad los hombres ya no se andaban con estos teatritos, yo que tú mejor comenzaba a preocuparme por mi vejez.

-te pedí que no vinieras.

-lo se, lo sé, pero no podía perderme la boda del siglo.-comentó sarcásticamente. -pero no te preocupes, que ni me verás, -me acerco a su oído.-estaré sentada al fondo.-muerdo el lóbulo de su oreja tal y como él lo hacía conmigo.-por que sé que en el fondo me amas.-le beso castamente y sin más me aparto de él.

Siento su mirada recorrerme, así como también me recorren un par de lagrimas, las limpio con rapidez y sonrío, para eso habría más tiempo. Tomo un poco de aire fuera y junto a las mellizas regreso a nuestra banca.

La gente toma su lugar uno que otro comienza a murmurar lo hermosa que se ve la novia, Vanessa coge mi mano al escuchar eso y se que lo hace para que me tranquilice, miro al fin a la novia y en efecto luce hermosa. Cierro mis ojos y por un solo segundo me imagino a mi entrando en su lugar, siento el ardor en mis ojos, ese que viene antes de las lagrimas e inmediatamente cambio mis pensamientos. De fondo se escucha la marcha nupcial y la gente sonríe al verle desfilar, uno que otro graba la escena, yo no ocupo de eso, el ver a una mujer llegar de blanco junto al hombre que un día dijo amarme no era una escena fácil de olvidar y aún menos cuando el sentimiento era mutuo, tocó mi vientre y se que por mi bebé lo que venía sería lo mejor.

Eliot sonríe al verla, su rostro se ilumina a decir verdad, de vez en vez le mira como idiotizádo, la ceremonia avanza de poco a poco, la gente aplaude ante las palabras de la novia y yo con ansias espero las del novio.

-tam, ¿estás bien?-pregunta Julie con algo de nervios, afirmó. -si quieres mejor nos vamos.-niego.

-no podemos irnos aún.

-Olivia, juro amarte y respetarte...-escucho la letanía que dice Eliot, en verdad era un vil mentiroso, hace apenas dos días se arrastraba tras de mi como mi perrito faldero.

Escucho a Olivia aceptarle y sin perder un minuto más me acerco al pasillo, Eliot por primera vez voltea, tal y como lo pensé me mira, con una sonrisa ladina niega y voltea a ver a Olivia, esta sonríe y sin más Eliot acepta.

El sacerdote les permite besarse, me mira y un segundo después se la come a besos frente a los asistentes.

Aplaudo al ritmo que lo hace la gente, minutos después los novios desfilan por el pasillo, les llueven aplausos, pétalos y hasta burbujas de los niños. Salgo cuando las mellizas lo hacen, trago saliva y espero un par de minutos, la gente se toma un par de fotos con la feliz pareja y finalmente llega mi turno.

-zorrita, viniste.-musita Olivia entre dientes.

Le abrazo para la foto.

-felicidades, lograste tu objetivo.-besó su mejilla.

Eliot finalmente voltea y su rostro es todo un poema.

-si me permites felicitare al valiente novio,-Olivia me mira con reprobación.-no cualquiera se anima a casarse con una alimaña como tú.

Julie me mira boquiabierta.

-espero y tengas bastante vino, -Eliot me mira con duda mientras me acerco a abrazarle.- por que ocuparas bastante para embriagar todos los momentos que viviste conmigo.

Sin más me alejo de la pareja.

-vivan los novios-grito y los asistentes imitan mi grito.

***Gracias por leer.

En efecto, solo nos queda el final !!!
Se acercan muchas sorpresas!
¿Que les pareció?

Embriagame (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora