capitulo 2

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Capítulo 2

-¿falta mucho para llegar?-la mirada de las mellizas se clava en mí.

-es la quinta vez en menos de tres minutos que preguntas eso.-responde Julie.

-tomare eso como un no.-mi humor estaba por los suelos.

¿Qué había pasado? Pues nada más y nada menos que el día de la boda era mañana, hoy viajábamos a la hacienda donde se llevaría a cabo la boda para supervisar los últimos detalles. Llevábamos ya casi dos horas de camino y mi trasero comenzaba a doler y el dedo chico de mi pie comenzaba a perder sensibilidad.

***

-amor.-gritaba Saúl al ver a Julieta la madre de Julie y Vanessa.

La pareja se abraza y casi puedo jurar que salen corazoncitos a su alrededor, algo realmente meloso.  Cuando al fin se separan Saúl nos saluda a todas, me agrada es un buen hombre, caballeroso y el amor por Julieta podía verse en sus ojos.

-pero pasen por favor.-nos indica el camino en piedra hacia la casa, el jardín es verde y muy hermoso, adornado por lindas lamparillas.

-es hermosa la hacienda.-Saúl sonríe y nos ofrece un poco de té.

-espero algún día poder comprar una igual.-miro con duda hacia él, vuelve a sonreír.-Esta hacienda, los viñedos y todo a su alrededor no son míos cariño.

-oh.-contesto sorbiendo un poco del té.

-el verdadero dueño de todo esto es mi sobrino, él a sido quien con todo el esfuerzo y dedicación a salido adelante y ha comprado esto.

***

Tras cenar y tomar una ducha, las chicas y yo decidimos que es momento de explorar y conocer un poco más de lo que nos rodea, no a diario se tenia la oportunidad de estar en un lugar de ensueño.

-¿saben montar?-nos pregunta el capataz de la hacienda. Las tres negamos.

-entonces puedo ayudarles.

Con tranquilidad y mucha paciencia el chico nos ayuda a subir al caballo, claro cada una en un momento distinto. Cuando mi turno llega me subo a una escalerilla y me monto en el caballo, el chico toma la rienda y guiando al caballo lentamente, me lleva a dar un recorrido por los alrededores.

-es hermoso.-mi mirada se pierde en lo que nos rodea.

Largas filas de vides se dejan ver, el tono rojizo del atardecer se mira hermoso al tocar las montañas que se encuentran de fondo.

-¿habías estado antes en un viñedo?-pregunta Román el capataz.

-si una vez, un viaje escolar.-admito recordando aquella vez en la que Julie desapareció por quince minutos, nos arruino el paseo a todos y simplemente había ido al baño.

-aquí también han venido un par de estudiantes.-comenta.- ¿vez aquello?-asiento.-adentro están las barricas donde se conserva el vino.

Sonrió y continuo con el ligero paseo. Cuando me bajo del caballo es una sensación extraña como si aún estuviese montada en él. Rio ante mi ocurrencia. Temblorosa camino hasta las mellizas.

-Adiós-gritan las mellizas a la vez.

Un hombre de gran altura y ancha espalda camina alejándose, un escalofrió recorre mi espalda. El perfecto traje negro se adhiere a su ya mencionada ancha espalda y joder, su pantalón enmarca su trasero. Vuelvo en si al sentir la mirada de las mellizas, es que soy tan sensible ante las miradas.

-¿a qué es guapo?-miro con incógnita a Vanessa.

-no le he visto.-comienzo a caminar tras de Julie con Vanessa a mi lado.

-pero si no le quitabas la mirada de encima.

-tiene buena retaguardia.-admito, Vanessa ríe.

-si tú lo dices.-contesta con desinterés.- ¡casi lo olvido!-grita emocionada.

Frenamos nuestros pasos frente a la alberca, cada quien se recuesta en una tumbona, la vista que tenemos de las estrellas es impresionante, algo muy distinto a la ciudad, donde es raro ver el cielo tan estrellado.

-mañana en el baile de bienvenida te he anotado con Eliot.-sin comprender le miro, Julie solo se inclina en su tumbona para vernos.-ya sabes la entrada de los novios y todo aquello de abrir pista, pues Eliot es sobrino de Saúl y no ha traído pareja, pensaba reservarlo para mí pero al final Iñaki ha podido venir.-sonríe, Iñaki es su novio desde hace un año.

-¿estas queriendo decir que me estas dejando tus sobras?-Julie ríe, pensándolo bien lleva un tiempo seria.

-no... bueno, es que Eliot es algo... contrario a ti y...-con la mano le callo interrumpiéndola.

-¿y qué?... Sabes mejor déjalo así, el punto es que bailare con él y fin del caso.

***

-¿Qué acaso no ves la hora?-me pregunta Julie en tono desesperado.

-son las 3:23 de tarde.-contesto tranquila desde el sillón mirando tv.

-a las 4:30 debemos estar en la capilla. Aun no te peinas.

-deje que tú me maquillaras, que por cierto me siento rara.-y así es me sentía con una sobrecarga de maquillaje, por no decir que me miraba un poco mayor, al menos ya aparentaba mis casi 21 años de edad.-el cabello déjalo a mi elección por favor.

-solo no te hagas uno de tus típicos recogidos altos.-amaba los recogidos altos.

-suelto con ondas será.-y si, así lo haría, el vestido era straple y me sentiría incomoda sin nada cubriendo mis hombros, si bien el vestido por si solo ya mostraba demasiado.

-a las cuatro te quiero lista. Recuerda tú vas a la derecha.

-si mama.-gritaba lanzándole un beso.

***

Con los nervios recorriéndome me terminaba de colocar mis zapatillas, esas armas puntiagudas que me mataban lentamente. Por más que les usara no terminaba por acostumbrarme a ellas, nada como mis zapatillas de ballet, amaba estar en ellas y bailar.

Casi corriendo llegaba tras las chicas, me formaba tras de ellas como parte del cortejo, sosteniendo en mis manos un ramillete de rosas. La música de fondo ya sonaba, las miradas se posaban en nosotras y por supuesto la flamante novia.

Esto ciertamente me ponía melancólica, Julieta ha sido como una madre para mí, vivir bajo la crianza de un hombre me había hecho necesitar el afecto maternal, afecto que ella me daba. Aún recuerdo cuando junto a las mellizas tratamos de unir como pareja a nuestros padres, todo un caos, del bueno, digo no todo los caos deben ser malos.

Con cierta rapidez recorro el lugar, las rosas blancas adornan las bancas, alguna que otra rosa roja sobre sale entre las blancas dando un buen y bonito contraste. El novio espera frente al altar. Casi a punto de llegar comenzaba a repetirme mentalmente "derecha" era el lado donde estaría Eliot. Aunque ¿Quién era Eliot?

Un misterio e incógnita que pronto me resolvería, aunque para ser las sobras de Vanessa algún defecto debía tener.

Caminando hacia la derecha tal y como Vanessa había pedido recorría la vista, Julie estaba junto a Víctor su novio, si era la única solterona de las tres, aunque eso ya lo contaría luego.

-¿Eliot?-murmuraba parándome junto a un hombre, este rápido mira hacia mí.

-la niñita vestida de mujer.-escupe con arrogancia, desde ya siento que esto no ira nada bien.

***Gracias por leer.

Embriagame (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora