capitulo 27

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Capitulo 27

Camino de puntillas mientras les busco con la mirada. La casa pareciera estar sola, el silencio reina y la luz que entra por las ventanas es poca. Al fondo veo aquella habitación de visitas con la puerta abierta.

Camino hasta ella y al fin entre tanto ruido se escucha su llanto, el inocente llanto inconfundible de un recién nacido. Me enternece el solo llanto y aun más la imagen que junto a este se deja ver. Mi padre mese entre sus brazos a la bebe, besa su frente mientras canta un poco.

Mis ojos se humedecen un poco, no creí ver a mi padre en dicha situación, y menos a estas alturas de la vida, al menos no como padre. Llego hasta ellos y mi padre al fin me mira, su mirada muestra amor, me siento extraña en ese solo momento.

-felicidades.-le abrazo. Sonríe entre mis brazos y la pequeña llora un poco. - ¿Cómo se llama?

-Carolina. -sonrió acariciando sus cabellos un tanto revueltos.- Tamara, ella es, es la viva imagen tuya de pequeña, tan pequeña e indefensa.- me entrega a la pequeña en brazos y siento mi piel erizarse, un ser tan frágil estaba entre mis brazos. -hoy recordé tantas cosas sabes, la primera vez que tuve a Luis entre mis brazos, cuando te jalo por primera vez el cabello y llegaste llorando hasta mi aferrándote con todas tus fuerzas a mis piernas.

-tengo miedo. -la pequeña se estira entre mis brazos y bosteza un poco. -miedo de algún día no ser lo que tanto eh querido ser.

-para mí siempre has superado mis expectativas.

-soy tu hija, podría decirse que es tu deber hacerme sonreír.

-mi deber es cuidarte para que alguien no te haga llorar.

***

-no puedes negarte.-me mira tratando de formar un puchero. -es solo una noche, te servirá para despejarte.

-Tamara, dile que si para que ya se calle.

-pero yo no quiero salir con el.- verificando que no estuviese nadie más aparte de mi gran y estúpido hermano Liam me carga en sus hombros. Lo hace sin siquiera darme un segundo para correr. - ¡maldito cabrón!

-no te quejes que te gustara.-me nalguea.

***

Después de un par de minutos en coche llegamos hasta el famoso bar que ha mencionado. Me bajo sin muchas opciones, al entrar no hay más que un karaoke y algunos grupos de amigos esparcidos por el lugar. Tomamos asiento en una de las mesas, un mesero saluda a Liam, y otro más, lo que me hace saber que este ya es conocido en el lugar.

-¿es aquí a donde te vienes de borracho?

-Tamara, en todo caso aquí vendría sobrio a emborracharme.

-lo que tú digas.- miro a mí alrededor y las personas comienzan a llegar tal cual tienda con ofertas en extremo. -¿Por qué tanto alboroto?

-estas en la esquina de los sueños.

-no entiendo tus intentos de metáforas.

No dice nada y se levanta caminando hasta una de las paredes, donde hala de una cuerda y esta abre las cortinas, cortinas que dejan ver un escenario, una silla y un micrófono. Sube a dicho escenario y las luces se enfocan un poco en el.

-es hora de dormir y comenzar a soñar. -una chica sube al escenario y un poco sonrojada toma el micrófono.

Liam le susurra un "tú puedes" y sin más vuelve a mi lado. La chica en el escenario se presenta y comienza a cantar una canción de la cual no tenía ni idea de su existencia. Las personas comienzan a pasar una lista entre ellas, yo no hago más que mirar ambas cosas, para todos es muy normal, parezco ser la única nueva.

La lista llega al fin a Liam, este me mira y sonrió, yo ahora solo quiero ver esa maldita lista.

Se levanta una vez que la chica termina de cantar, nadie aplaude, bueno solo yo. Lo hago y todos, incluso Liam lo hace pero este a diferencia de todos los que me miran como si fuese un espécimen, este ríe, se ríe de mi. Lentamente dejo de aplaudir y Liam sube al escenario, abraza y besa a la chica en la mejilla.

-es esto la esquina de los sueños, donde a muchos nos han rebotado unos cuantos en la cara, donde no hay mayor elección que hacerlos realidad o esperar a que el sueño de alguien más se haga realidad y esperar para aplaudir.- todos me miran cuando Liam deja de hablar. -Aquí, -Liam le muestra la lista a la chica.- es donde están los resultados de tu sueño, donde más que opiniones están las muestras de cuanto te apoyamos.

La chica suelta un par de lagrimas, Liam la abraza y al fin todos aplauden, yo bueno, solo miro anonada, otra vez soy el espécimen.

Liam vuelve a mi lado mientras ahora un chico es el que sube al escenario.

-esas personas Tamara, tienen sueños, esperanzas, un futuro incierto del cual no pueden saber nada. Han arriesgado cosas, familias a las cuales quizás no ven por cumplirlos, muchos están en el camino para lograrlo, otros han desistido o están esperando y sin más están sonriendo. Tú has cumplido parte de ellos, pero ¿sabes cuál es la diferencia entre tú y ellos? - Niego.- tú miedo interno, tienes miedo a dejar de ser quien eres por convertirte en quien realmente quieres ser.

-¿y según tu quien quiero ser?

-no Tamara, te equivocas, yo no sé, ni nadie más que tu sabe quien quieres ser. Pero tienes miedo de demostrarle al mundo quien realmente eres.

-esos es tonto.

-tonto es que vivas aferrada a un mundo de soledad interna, a promesas cumplidas y a amores encontrados.

-tú no eres quien para juzgarme.

-no lo hago, digo lo que veo, y en ti veo alguien que no es feliz.

-¿Cuándo dejaste de ser abogado para convertirte en psicólogo personal? -rió levantándome de la mesa.

-soy tu amigo que es distinto y para serlo no necesito de ningún título.

Camino al coche, y me siento en el deseando no haber escuchado esas palabras. La pantalla de mi móvil se enciende a tiempo que Liam se sube al auto.

Un mensaje nuevo es lo que hay.

Eliot:

Seré feliz con ella como desee serlo a tu lado.

Trago duro y solo por un segundo deseo que el mensaje fuese uno distinto.

***Gracias por leer.

Embriagame (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora