Capitulo 33

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Capítulo 34

Acaricia mi mejilla de la manera más enternecedora posible, me abraza y siento el calor de su cuerpo cubrir el mío. Hacía tanto tiempo que no recibía uno de sus abrazos y ya moría por uno de ellos.

-cariño si me lo permites quiero ser la mejor abuela del mundo para ese niño, por qué es un niño yo lo se, ya lo veo corriendo por la casa, quebrando los jarrones de Saúl, se pondrá tan feliz cuando se entere, ¿las mellizas lo saben cierto?-niego-oh, tenemos que contárselos cariño se volverán locas. ¿Que se te antoja? Pídeme lo que quieras, no compres cuna, playard y mucho menos carreola, obligaré a Saúl que los compre, Tamara no sabes lo feliz que me haces, acá entre nos yo pensé que la primera en hacerme abuela sería Vanessa.

Me río un poco de todas las locuras de Julieta y ella me mira sin entender, doy una última mordida a mi hamburguesa y ahora comienzo a devorar las papas.

***

Apenas atino en la cerradura y termino cayendo dentro del departamento con todo y las compras, malditas bolsas plásticas.

Siento mi rodilla arder, bajo la mirada y el envase de jugo de vidrio se ah quebrado, un poco del envase está ahora ligeramente incrustado en mi rodilla un poco de sangre sale apenas, me muevo con cuidado de no lastimarme más y casi caigo nuevamente en el vago intento de ponerme de pie.

Logró sentarme en el sofá y la herida apenas es una cosita de nada, pero mover la rodilla es un dolor del demonio, el vidrio sobresale de mi piel, al igual que las lagrimas sobresalen de mis lagrimales.

-¡Eres una estúpida!

Su grito me hace temblar, no me deja ni responder cuando ya ha azotado la puerta y le tengo frente a mi.

-lárgate-mi voz es apenas audible.

Me mira fijamente y solo logró llorar mas, mi rodilla duele, duele como nunca. Bajo la vista y el también lo hace, se desaparece de mi vista y minutos más tarde vuelve, su rostro sólo logra reflejar enojo y molestia.

Con botiquín en mano cura y desinfecta la herida, incluso lo hace sin cuidado alguno, es brusco, arde, está molesto.

Sin previo aviso me sube como si fuera un costal a sus hombros y me lleva a mi habitación lanzándome sin cuidado alguno, sin siquiera molestarse por mi rodilla, momentos después se va azotando la puerta.

Acarició la venda que me ha colocado como si fuese lo más interesante en el momento, los ruidos en la cocina son fuertes, mi cabeza es un mundo ahora mismo.

Escucho el sonido de mi móvil a lo lejos, pero de repente para y ahora es su masculina voz la que se escucha. Abre la puerta y frente a mi aparece con su rostro serio.

-ella no está disponible ahora mismo.-calla.-cuando pueda le pasó su recado.-cuelga, su cara ahora mismo es un tomate, lanza el móvil y un par de cosas a su alcance.

***

Me embiste sin piedad, su verga toca lo más profundo de mi ser, mis gemidos desgarran mi garganta y su boca se entretiene en mis pechos. Su sudor y el mío se entremezclan, nuestros cuerpos se resbalan hasta casi obtener el máximo placer.

Frena y el juego comienza de nuevo, me tortura sin dejarme llegar, sin dejarme llegar a rozar el cielo, sin sentir mi cuerpo explotar en placeres.

Sus "te amo" son la melodía preferida de mis oídos, con la cual se deleitan en cada embestida, esas deliciosas embestidas.

Sus dedos rozan mis labios reclamando sonidos de placer, muerde una última vez mis pezones antes de escuchar aquel tan anhelado "te amo" de mis labios, sonríe victoriosamente y me besa sin previo aviso, delicadamente sin dejar de penetrarme, lo hace hasta derramarse en mi interior, torturando mi clítoris hasta hacerme llegar.

-eres tan hermosa.

Me despierto acelerada y bañada en sudor, mi corazón palpita como si no hubiese un mañana. Palmeo mi cuerpo comprobándome vestida y confirmando que fue un sueño, uno tan real.

Enciendo la lamparilla en mi buró. El reloj apenas marca las 3:03 am mi cuerpo tiembla al pensar en las miles de cosas que se mencionan sobre esa hora, trató de desechar los pensamientos y enciendo la música en mi móvil, queriendo omitir todo el silencio.

Me recuesto un poco más y logró conciliar el sueño nuevamente, pero está vez para despertar gracias a la maldita alarma marcando las 9:00 am y tras ella una llamada de julie.

***
-cada vez demoras más.

-pensé que era la única que lo pensaba.-admito al ver que he llegado con 20 minutos de retraso a nuestra cita.

-y...¿como te va con el a tu lado?- señala en apenas un disimulo, se a quien se refiere.

-fatal, me tiene harta,-sonrió y está ríe.- la ventaja es que al menos puedo quedarme sin papel en el baño y gritar para que el me lo traiga.

-me das asco támara.

-julie debo verle el lado positivo a esto,-señaló mi abdomen.- solo un poco más y listo.

-vaya, entiendo que no todas estamos echas para ser madres, pero, tú... bueno té has volado la barda.

-es hora de ir por nuestros vestidos para esa ridiculez.

-es una boda támara, y tú algún día la tendrás.

Ambas subimos a las escalerillas eléctricas y sin pensarlo le mira a mis espaldas, casi pisando mis talones.

Caminamos por un par de tiendas hasta en una encontrar un par de vestidos a nuestro gusto.

-wow, te va perfecto.-julie se gira modelandome el vestido con corte de sirena que cubre su cuerpo, sus caderas lucen de infarto.-amiga ese vestido te hará automáticamente la primera de nosotras en casarse, cualquiera que te mire quedara a tus pies.-ríe.

-tu turno.-la empleada me entrega mi vestido y junto a este entro al probador.

Salgo del probador y julie parece escanear hasta el más ligero detalle en mi.

-creo que deberías elegir una talla un poco más grande, el cierre parece cerrado a la fuerza y bueno de aquí a la fecha quizás ya no cierre.

-la boda es mañana, no creo que pase mucho de aquí a entonces. Julie, quiero que cuando me vea se ponga duro en automático, que le tiemble la voz al dar el si en el altar.-confieso.

-Ahora entiendo el repentino cambio por querer ir, eres una pilla, te gusta verle sufrir.

-es mejor así.

-estas eligiendo por los tres, no solo por ti.

***gracias por leer.

Embriagame (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora