capitulo 4

4K 313 8
                                    




Capítulo 4

Con la mirada perdida en el paisaje sentía la mirada de Eliot recorrerme una que otra vez, sonreía por dentro, un punto a favor mío. Por primera vez agradecía a las mellizas por la elección de tal vestido, el guinda en mi piel me hacía casi un honor, el corte una figura y los tacones unas piernas que hasta yo las desearía si fuese hombre.

-hace calor.-comentaba un poco divertida y echando mi cabello hacia tras, dejando a su esplendor todo mi escote.

-no lo suficiente.-respondía con su tan masculina voz, dejaba caer mi cabeza en el respaldo del asiento.

Cruzándome de piernas dejaba aún más a la vista mis piernas y con ellas el inicio de mis ligueros.

-una niña como tú no debería usar ese tipo de vestimentas.-comentaba tirando del resorte de mis ligueros. Sonreía llevándose su pulgar hasta sus labios.

-un hombre como usted no debería ver ni tocar a una niña como yo.-sonríe.

Las vides comenzaban a verse desde lo lejos, estábamos por llegar. Debía hacer algo.

-¿tienes agua?-preguntaba con una voz apenas audible. Negaba.-muero de sed.

Sonreía cuando este aparcaba el coche frente a un súper mercado. Acomodando mis pechos en el vestido y abriendo un poco más la tela que cubría mis piernas me preparaba para su regreso.

Echando nuevamente mi cabello hacia mi espalda recibía la botella que me daba. Bebiendo un ligero sorbo dejaba resbalar unas gotas por mis pechos, girándome a él preguntaba.

-¿gustas?-su miraba iba directamente a mis pechos, otro punto más a mi favor.

-ni beber agua puedes niña, has derramado sobre tus pechos.-su tono era distinto.

-¿sí?-asentía.- ¿Dónde?-me miraba tragando duro, su manzana de adán lucia perfectamente en su cuello.

Era ahí en ese momento donde me tomaba el tiempo para admirarle, cabello negro revuelto, piel pálida, ojos café obscuro, nariz bien perfilada y unos labios, joder el rosa de sus labios incitaba a ser besados, una barba se dejaba entre ver apenas naciente, una duda cruzaba por mi mente. ¿Cuántos años tenía este hombre?

-aquí.-señalaba con su índice sobre su pecho.

-¿aquí?-preguntaba atrayendo su mirada a mis pechos. Tomando su mano libre con mi mano le llevaba hasta la gota. Deslizaba su índice por la unión de mis pechos.-puedes quitarla.

Sonreía al sentir el coche frenar, habíamos llegado.

-gracias.-contestaba mientras me bajaba del deportivo, su cara valía millones.

***

Con una sonrisa adornando mi rostro buscaba a Julie por todos lados, quería reclamarle el abandonarme, pero también quería contarle lo que había hecho. Aunque, ¿debía hacerlo?

Sin más remedio me acercaba a las mellizas y platicaba amenamente, omitiendo el que me abandonasen y por consecuente mi travesura del día. Los meseros servían el banquete, las copas de vino tinto acompañaban los ricos manjares.

Maldecía por dentro el hecho de tener justo frente a mí y a un par de mesas a Eliot, este platicaba amenamente con una chica de buen ver. Eliot murmuraba un par de cosas a la chica y esta me miraba, bajando rápidamente la mirada lograba que esta no notase mi vista que hasta hacia unos momentos estaba en ella.

Aunque de vez en vez me reacomodara en mi pose más atrevida y apta para todo público, después de todo estaba en un evento semifamiliar y no comenzaría yo con desfigures.

***

-¿lista?-asentía terminando de pintar mis labios, el baile de los novios seria en un par de minutos y debía prepararme mentalmente para bailar con Eliot.

Ajustada un poco más mis ligueros y reacomodaba mis senos, tenia una obsesión interna con ellos, me gustaba dejarles seductoramente a la vista de quien me retase y esta vez dejaría que el tuviese la mejor vista posible.

Practicando una falsa sonrisa me paraba al lado de él, mi brazo rodeaba el suyo y la música comenzaba al fondo. Adentrándonos en la pista me dejaba llevar, mi cuerpo se acoplaba al ritmo lento de la música, omitía todo motivo para pensar en mi acompañante, en estos momentos ni siquiera podía descifrar si bailaba bien o no. La música lograba transportarme a otros lugares.

Sin pensármelo recostaba mi cabeza en su pecho, su ancho y fuerte pecho.

El ritmo de la música se volvía una mezcla, no sentía el paso del tiempo, bailaba con pasión. Inconscientemente me movía rozando nuestras intimidades, logrando una excitante fricción. Notaba la respiración de Eliot en mi oído cada vez más acelerada. Un gruñido escapaba de sus labios, mi piel se erizaba con ese sonido.

-te convertiría en mujer ahora mismo.-gruñía en mi oído, sonreía por dentro. Con sus dientes tiraba del lóbulo de mi oreja. Y me apretaba más a él.

Las luces apenas dejaban ver a nuestro alrededor.

-¿Qué te impide hacerlo?

***Gracias por leer.

Embriagame (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora