capitulo 23

2.4K 159 2
                                    



Capitulo 23

Con una mirada desafiante me obliga a caminar, obedezco, no tengo ganas de ponerme a la defensiva. El viento agolpa mi aun húmedo cuerpo y parece percatarse de tal cosa, pues me cubre con su saco. Dejándome ver su camisa tan bien amoldada a su cuerpo.

-no estoy nada contento con tu acto de hoy.-abre la puerta del coche y me invita a entrar, lo hago. -Pero antes que nada permíteme disculparme.-entre carcajadas cierro la puerta, dejándolo con cara de extrañeza.

Rodea el coche y se sienta en el piloto, me coloco el cinturón de seguridad a tiempo que él lo hace.

-Tamara con Olivia las cosas no son como crees.-le miro conteniendo cualquier acto de risa.-no quiero que te lleves una mala impresión de mi.-y es ahí donde rompo en carcajadas nuevamente.-no le encuentro la gracia.

-Eliot, ¿Qué acaso no ves que entre tú y yo no hay nada?- enciende el coche y emprende la marcha.

-¿y todos estos meses juntos?

Miro mis uñas.-ha sido buen sexo.

-Tamara no te creo.

-deberías hacerlo.

-eres tan distinta a Olivia.-esa comparación logra hacerme que le vea.-hace un tiempo tenemos una relación, Tamara busco sacarte de mi cabeza, de mi corazón y de mi vida, pero no lo consigo. Olivia me da muchas cosas que tu no.

-pues anda, ve y ábrele las piernas a ella si tan perfecta es, te lo dije desde un principio esto es solo deseo carnal, entiéndelo y deja de mendigar algo que no te daré.

-solo espero que el día que encuentres a quien amar, no sea muy tarde.

-ese día daré todo lo que esté a mi alcance, haré lo imposible por estar al lado de quien amo.

-¿y si no eres correspondida?

-me alejare sin más, pero solo aceptare ese hecho cuando a quien ame me lo diga de frente.

***

Corro por onceaba vez al baño, repitiendo nuevamente el proceso, uno donde devuelvo todo lo ingerido la noche anterior. Cojo un puño de papel y me limpio la boca, tirando de la palanca. Me cepillo los dientes y salgo a la habitación, buscando algo con que cubrir mi cuerpo apenas cubierto por unas bragas y un sostén.

Camino en busca de cualquier cosa, pero lo único que logro encontrar es una camisa del idiota de Eliot. Alguien llama a la puerta y camino hasta ella, la señora del servicio me entrega el carrito del desayuno.

Camino con este a la habitación y ya Eliot sale de la ducha. Unos jeans se ajustan a sus caderas y ya mi interior comienza a aumentar su temperatura. Hago a un lado dichos pensamientos y me siento en la cama con el carrito de frente.

-¿no estás acostumbrada a beber de dicha manera cierto?-jugueteo con el tenedor sobre el omelette.

-lo estoy, solo ha sido el cambio brusco de temperatura.

Como un poco y Eliot me vigila tal cual madre sobreprotectora.

-aun no entiendo tu afán de pasar la noche en un hotel.-me mira bebiendo un vaso de leche.

-Olivia estaba en casa, tu padre y tu hermano estaba furiosos por verte beber, yo solo quise ahorrarte ciertas discusiones.

-déjame agradecerte por cagarla de dicha manera.-me mira sin comprender.-has sido tú el que ha empezado todo esto.

Hace a un lado el carrito y aparta de mi mano el tenedor. Me mira fijamente.

-has sido tú quien ha reclamado por una hamburguesa.-envuelve mi mano entre la suya y me hace caer de espaldas a la cama.

-ese era mi tenedor-reclamo señalando el carrito de servicio. Me mira un poco divertido.

-Tu carácter no va muy a juego con un tenedor, bueno al menos no en este tipo de situaciones. Pienso un poco y me sorprende el hecho de que me crea capaz de atacarle con dicho utensilio.

-lo de la hamburguesa no tiene sentido.-ansiosa por demostrarle que este es un juego de dos, elevo mi pelvis restregándola contra la suya.

-si te hubieses quedado callada aquel día no estarías aquí ahora mismo.

-oh, discúlpame por reclamar lo que es mío.-gimo, esta vez es él quien restriega su pelvis.

Su índice se pasea por la abertura de la camisa, abriendo el primer botón de esta, mis senos quedan un poco más a la vista.

-tú eres mía Tamara.-besa mi cuello con desespero regalándole succiones a lo largo de este.

-yo no soy de nadie.-su nariz se pasea por sobre las copas de mi sostén. Nuestras caderas se restriegan aun cubiertas.

-ahora lo eres.

Me saca la camisa y quedo en prendas intimas, prendas que pronto son lanzadas lejos. Me gira con abrupto quedando de boca contra la cama, eleva mis caderas y con pompas al aire este besa mi feminidad.

Empuño la sabana entre mis manos, su boca succiona y juguetea con mi clítoris, logrando así que mis piernas flaqueen. Sus manos visitan ya mis senos y los estrujan. Mi interior comienza a contarse ante su ávida lengua y presa de la excitación pido más.

-vamos a divertirnos un rato.-le veo desnudarse y venir nuevamente a mí.

Su erección al igual que siempre se restriega en mi entrada, pero esta vez sube un poco, casi queriendo entrar a mi ano.

-no.-chillo al detectar sus intenciones.

-será divertido.-me dejo caer en la cama, girándome para verle, este parece notar algo.-lo dejaremos para después.-se acerca hasta mis labios y los besa.

Sonrió y le tomo por la erección, llevando esta hasta mis labios. Le beso el largo hasta llegar a sus testículos, los cuales lamo. Beso y me llevo uno de estos hasta la boca y le succiono. Sus ojos se cierran con fuerza y con su mano se masturba. Sus gemidos me incitan a seguir y lo hago.

Rozo los dientes levemente en sus testículos y sonrió ante cada gemido. Me aparto un poco y deseosa por jugar los dos coloco mi feminidad sobre su boca, este me toma fuertemente por la cintura y me acerca más a su boca.

La excitación sube al doble, uno de sus dedos me penetra a tiempo que me succiona el clítoris. Masturbo su pene y sus dedos aumentan su velocidad. Mis pezones se restriegan en su abdomen y la sola sensación mezclada me hace correrme en su boca.

Su pene se enancha en mi mano y succiono la punta de este a tiempo que me lo meto todo a la boca y lo saco rápidamente, el sabor de las gotas preseminales me llena la boca, está a punto de acabar. Sin previo aviso me aparto de él y me coloco a cuatro sobre la cama. No tarda en colocarse tras de mí y penetrarme sin más, su mano se enreda en mi cabello haciendo de las penetraciones algo duro y excitante. Muevo también mis caderas y las penetraciones se vuelven más que estocadas, pendiendo de la línea entre el dolor y lo placentero.

Gimo y él lo hace también, las gotas de sudor recorren mi cuerpo y siento que no puedo mas y me termino corriendo nuevamente, gritando.

Me azota las nalgas y sus testículos se agolpan en mi intimidad, siento que el placer no puede aumentar más cuando su semen caliente me llena. Me corro nuevamente y Eliot besa mi espalda. Su respiración agitada se escucha en mi oído, al igual que la mía.

Me dejo caer en la cama y él lo hace a mi costado, mis piernas se adornan por nuestros fluidos corriendo entre estas, al igual que su pene brilla.

-deseo hacerlo, pero aun no me siento preparada.-comento. Eliot besa mi frente y haciendo mis cabellos hacia atrás de mis hombros me mira.

-tenemos mucho tiempo para que estés lista.

-gracias.-le respondo arropándome entre sus brazos.

***Gracias por leer.

Embriagame (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora