CAPITULO 13: DE LOS BESOS QUE CONQUISTAN EL ALMA O DE COMO DUELE ENAMORARSE

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    Lospersonajes empleados en este escrito pertenecen a J. K. Rowling 

   

En su cama. Bajo todas las sabanas y mantas que encontró. Era tan fuerte el sentimiento que deseaba gritar.

¿Qué tan malo resulta enamorarse? ¿Por qué las cosas no pueden ser tan sencillas como en sus sueños? Y ¿cómo hace el mundo para estar bien en un segundo y al siguiente fragmentarse en miles de pedazos que parecen ya no ser capaces de reunirse otra vez?

¿Qué tan malo resulta enamorarse? ¿Por qué las cosas no pueden ser tan sencillas como en sus sueños? Todo había sido tan perfecto, solos él y ella, sin pasado solo con un hermoso presente y un futuro prometedor. Sin muertes, sin llanto, sin dolor.

Y ahora estaba ahí sin saber cuál debía ser el siguiente paso a dar, porque sin su consentimiento todos los planes habían cambiado. Antes era él, era lo que ella quería para su futuro, era una familia que desde el inicio estaría completa, era él, el único hombre que creía perfecto para ella, pero ahora él ya no estaba más.

Y ahora estaba ahí sin saber cuál debía ser el siguiente paso a dar, porque sin su consentimiento todos los planes habían cambiado. Había llegado solo a pasar unas vacaciones y había encontrado todo lo que buscaba y más, es que cuando estaba con él sentía que el vacío en que se había convertido su corazón se llenaba, todo por él.

Es que hay cosas inevitables, como el amor, como el olvido. Como esa sensación que la llenaba cada que estaba con él, cada que pasaban tiempo juntos. Pero ahora todo cambiaría, porque ella sentía que lo amaba pero su sueño no se había cumplido y alguien más llego para arrebatarle de un solo golpe aquello que tanto había ansiado y se sentía incapaz de olvidar. Una familia completa.

Es que hay cosas inevitables, como el amor, como el olvido. Como esa sensación que la llenaba cada que estaba con él, cada que pasaban tiempo juntos. Y a veces pensaba que el amor había llegado y entrado sin dignarse tocar la puerta, otras creía que solo había salido de dentro, como si antes estuviera escondido. Ella no lo olvido, no lo pudo olvidar del todo, siempre quedó algo de él en ella.

El necesitaba a alguien y quien mejor que ella que lo conocía, cada muestra de su carácter, cada expresión de su rostro. Fue su amiga, lo ayudo y paso tanto tiempo con el que sentía que conocía cada forma de reaccionar, ella lo conocía, lo había visto resurgir de entre las cenizas en las que estaba cuando llegó a su casa. Ella lo conocía. Ella era la indicada.

El necesitaba a alguien y quien mejor que ella que lo conocía, cada muestra de su carácter, cada expresión de su rostro. Era testigo de la firme lealtad que era capaz de profesar, del valiente hombre que era bajo todo su mal talante, del hombre torturado que cargaba el peso del mundo en su espalda sin siquiera buscar algo que lo aliviane. Ella lo conocía. Ella era la indicada.

En la noche silenciosa, una habitación llena de sueños y esperanzas, otra, llena de tristeza y desconsuelo. Ambas con miedo, al reconocer que no hay nada más doloroso que el amor. El no correspondido y el correspondido pero lleno de secretos.

A la mañana siguiente un hombre de traje azul marino que podría pasar por negro entró en la cocina de su vecina donde ella preparaba el desayuno, con un niño en playera y pantaloneta con cara de sueño aún, que apenas la saludó salió en dirección a l televisor a ver las caricaturas de la mañana. Le dirigió una sonrisa y se percató que algo sucedía, tenía unas marcadas ojeras y una expresión impenetrable, el hombre parado en la puerta de su cocina era muy parecido al hombre que encontrara hace tanto tiempo en condición crítica en una cama de hospital.

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