Capítulo 173

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 —¿Quiere decir... yo?— Dumbledore lo examinó por un momento a través de sus gafas. 

—Lo más raro, Harry –dijo suavemente- es que podrías no haber sido tú en absoluto. La profecía de Sybill podría haberse aplicado a dos niños magos, ambos nacidos al final de julio de aquel año,ambos cuyos padres estaban en la Orden del Fénix, ambos nacidos de padres que habían escapado por poco de Voldemort tres veces. Uno, por supuesto, eras tú. El otro era Neville Longbottom. 

—Pero, entonces... entonces... ¿por qué estaba mi nombre en la profecía y no el de Neville? 

—El archivo oficial fue re-elaborado después de que Voldemort te atacase cuando eras un bebé —dijo Dumbledore—le pareció claro al guardián del pasillo de la profecía que Voldemort había intentado matarte porque sabía que ibas a ser el único al que se estaba refiriendo Sybill. 

—Entonces... ¿podría no ser yo?—dijo Harry. 

—Me temo –dijo Dumbledore lentamente, mirándolo como si cada palabra le costase un gran esfuerzo—que no hay duda de que eres tú. 

—Pero usted dijo... que Neville también nació a finales de julio, y su madre y su padre... 

—Estás olvidando la siguiente parte de la profecía, el final identifica el rasgo del niño que podría derrotar a Voldemort... el mismo Voldemort lo marcaría como su igual. Y eso hizo, Harry. Te eligió a ti, no a Neville. Te dio la cicatriz que ha probado la bendición y la maldición. 

—Pero podría haber elegido mal –dijo Harry—Podría haber marcado a la persona equivocada. 

—Él escogió al que pensó que era más probable que sería un peligro para él –dijo Dumbledore- Y mira esto, Harry: escogió,no la sangre pura (la cual, de acuerdo con sus creencias, es la única que vale la pena tener o conocer) sino la media sangre,como él mismo. Se vio a sí mismo en ti antes incluso de haberte visto alguna vez, y, al marcarte con la cicatriz, no te mató, como él pretendía, sino que te dio poderes y, en un futuro, te han ayudado a escapar de él no una, sino cuatro veces hasta ahora...algo que ninguno de tus padres, ni los padres de Neville, hicieron alguna vez. 

—¿Por qué lo hizo, entonces? –dijo Harry, que se sentía atontado y frío— ¿Por qué intentó matarme cuando era un bebé? Debería haber esperado a ver si Neville o yo parecía más peligroso cuando fuésemos más mayores y matarnos al que fuese entonces...

 —Eso habría sido, de hecho, la manera más práctica –dijo Dumbledore— excepto por que la información de Voldemort era incompleta. La posada de la Cabeza de Cerdo, la que Sybill eligió para su profecía, ha atraído desde hace tiempo, digamos...una clientela más interesante que Las Tres Escobas. Como tus amigos y tu habéis descubierto para vuestro precio, y para el mío aquella noche, donde no es seguro suponer que no estás siendo escuchado. Por supuesto, yo no había soñado, cuando fui a mi encuentro con Sybill Trelawney, que escucharía algo que valiera la pena. Mi golpe de suerte fue que la persona que escuchó nuestra conversación sólo atendió a una pequeña parte de la profecía y luego abandonó el edificio.   

—Entonces solo escuchó...

  — Escuchó solo el principio,  la parte que dice que el nacimiento del niño será en julio y que nacerá de padres que ya han enfrentado a Voldemort tres veces. En consecuencia no pudo avisar a su maestro de que sería un riesgo de transferirte poder y marcarte como un igual. Por lo que Voldemort nunca supo que podría haber peligro en atacarte, que podría ser sabio esperar, para aprender más. Él no sabia que tendrías un poder que el Señor Tenebroso no conoce.

  — Pero no lo tengo— Dijo Potter con la voz quebrada — No he tenido ningún poder que él no posea, no pude luchar de la manera en que lo hizo Venus anoche, no puedo poseer a la gente como él  o matar...

  — Hay una habitación en el Departamento de Misterios— lo interrumpió Dumbledore, — que permanece cerrada todo el tiempo. Contiene una fuerza que es a la vez  más poderosa y más terrible que la muerte, que la inteligencia humana, que las fuerzas de la naturaleza. Es también, quizás, la más misteriosa de los asuntos para estudiar que reside ahí. Es el poder contenido allí el que tú posees en en tales cantidades, y Voldermort  no lo tiene en absoluto. Ese poder te llevó a salvar a a Sirius anoche. 

  — Ese poder tambien te salvó de la posesión de Voldy— Interrumpió Venus, ella sabia de lo que Dumbledore hablaba.— Porque él no podía soportar residir en un cuerpo tan lleno de esa fuerza que detesta. Para resumir, no había problema en que no pudieses cerrar mente a él, porque lo que te salvó fue tú corazón. 

La Promesa De Una WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora