Prologo

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-Albus, ¿estás seguro de lo que vas a hacer? Ella no es la misma de antes, hace un par de días la vi, ella no es la chica que conociste en el torneo.

-Así es Severus. No es la misma, y no esperaba que lo fuera. Pero es necesario.

-Pero... ¿Venus es la indicada para saber el secreto?

-Sí, lo creo y por lo mismo este año tendrá que estudiar en Hogwarts. Y tendrás que darle unas clases de oclumancia, con el regreso de él, es mejor que no sepa quién es ella.

-Yo no creo que sea lo mejor, ella no se lleva bien con la señorita Granger. Aparte de que el peligro que ella corre, es peor del que corre la señorita Granger...yo no estoy seguro de que Venus vaya a estar bien.

-Pero lo hará, es la mejor candidata para esto Severus... Sé que estas preocupado por ella pero tenemos que confiar en que estará bien. Él no la encontrara.

Albus toco la puerta, teniendo en cuenta lo que iba a hacer, Hermione Granger se encontraba con él y con Severus. Sabía que lo que estaba a punto de hacer traería muchas consecuencias.

La puerta de la casa de Charlie Weasley se abrió dejando ver a una chica con el cabello negro y ojos del mismo color. Severus tenía razón, ella no era la misma. Daba miedo, y tenía esa pinta que te decía que no era bueno meterte con ella.

Sorprendida por encontrarse con quienes menos esperaba, Venus dejo un espacio para que su padrino, el aciano director de Hogwarts y Granger pudieran entrar en la casa.

Para ser sincera Venus no tenía ni la más mínima idea del porque ellos estaban en casa de su hermano y si era extraño que estuvieran en su casa, era más raro el hecho de que fueran ellos tres.

-¿Viene a ver a mi hermano?

-No, de hecho venimos por ti

-¿Y que tengo yo, que quiera usted?- pregunto alzando la ceja.

-Solo necesito hablar contigo.

-No me convence, pero aceptare ya que aquí, todo es aburrido y yo ya no quiero seguir aquí de momento.

Dumbledore se extrañó de su actitud, era cierto que la chica había cambiado y se temía que no para el bien. Ella irradiaba una gran y variada muestra de sentimientos. Salieron de aquella casa y después de unos minutos hicieron una aparición.

Los terrenos de Hogwarts estaban tal y como Venus los recordaba, Albus los guio por los diferentes pasillos del castillo y las llevo a su despacho en donde corrió a Severus que al principio se había negado y sin embargo desistió de sus intentos para quedarse y se fue.

-Pasen y tomen asiento.

Venus obedeció y se sentó en uno de los asientos que estaba en frente del escritorio de Dumbledore. Y un minuto después Granger la imito. El anciano se limitó a mirarlas durante otro minuto y después hablo.

-Sé que ambas se estarán preguntando que hacen aquí o ¿me equivoco?

-No realmente, simplemente quería salir de aquel lugar.

De la impresión Granger se quedó callada, era cierto que quería decir algo, pero después de lo que había escuchado se le habían ido las ganas de hacerlo.

-Bien, pues les explicare a ambas cual es el propósito de que estén aquí. Yo entiendo que no se lleven bien, sin embargo les pido que primero escuchen lo que les tengo que decir y luego, si así lo desean pueden protestar.

-De acuerdo.- Hablo Granger ya que al parecer Venus estaba distraída.

-Hay algo, que ambas tienen que saber; este algo lo va a cambiar todo, al saber esto ambas se deberán proteger una a la otra. Con el inminente regreso de Lord Voldemort, no nos podemos arriesgar a perderlas.

La Promesa De Una WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora