Capítulo 23

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***Narradora***

Las felicitaciones cesaban por el gran salón, rodeados de miradas deseando lo mejor para esa falsa pareja.

Ella miró al príncipe pelirrojo agradecer con asentimientos ligeros acompañados de una satisfactoria sonrisa, sonrío con discreción para inclinarse hacia él.

-Debemos hablar en privado, ahora –Le ordenó la reina en un murmuro que aun así se escuchó tan firme.

El príncipe asintió, ambos pidieron permiso para retirarse del gran comedor y pasar a hablar al pequeño despacho de la sala más cercana.

Dentro, la reina cerró dos puertas detrás de ella, miró hacia los ventanales cerrados y después hacia Hans, quien se acercaba a la chimenea apagada para apoyar su peso en el hombro derecho contra la pared.

-Príncipe Hans, no sé si lo ha olvidado pero los tratados entre nuestros reinos fue que cumpliría el lapso de tiempo aquí para encariñarnos, cosa que yo no........

-Que yo he descubierto –Le interrumpió Hans con una sonrisa que nunca demostró con la reina, hasta ahora – Verá mi reina, este tiempo en Arendelle me he enamorado de su reino y de usted, no contuve la emoción para pedirle su bella mano.

La reina sentía lástima por él pero no era razón para no decirle la verdad.

-Pues yo por usted no siento ningún afecto, no de la manera que usted me lo pide. Y ahora todos creen que he asentido a un compromiso que no me exijo llevar.

-¿Ah no? –Preguntó Hans incrédulo – Pero verá......su reino ahora festeja con parte del mío, soy el último hermano quien necesita de una esposa y usted.......por lo visto quiere reinar sola, sin nadie en quien amar.

-Esos serán mis asuntos no se entrometa en ellos.

-No lo haré, no después de nuestra fiesta de compromiso.

-¿Disculpe?

Hans sonrío con audacia comenzando a caminar por la sala, mirando los ventanales que mostraban los copos de nieve cayendo con libertad y lentitud.

-Por lo que dice – Y por lo que vieron sus ojos – No puedo ganarme su corazón para reinar a su lado pero necesito conocer a las mujeres, yo no me quiero quedar atrás sin una familia, majestad.

Una familia.....esa palabra resonó en su mente y fue impregnado en el pecho de Elsa, pues ella podría ser que no tuviera hijos jamás.

-Sinceramente no me importa si reino o no, quiero conocer a una doncella, cosa que ya no he realizado aquí en su reino.

-¿Y por qué me está narrando esto? –Preguntó Elsa conteniendo su desesperación.

-Porque durante la fiesta, asistirán otros reinos para darnos las felicitaciones, conoceré a personas y usted también podría hacerlo –Dijo ocultando su secreto – Después, anunciaremos la cancelación de esto ¿Le parece?

-Por supuesto que......

-Y –Hans se adelantó para convencerla – Y si acepta, me retiraré el día de mañana sólo para dar la "noticia" regresando sólo será para un día ante de esa fiesta, no estaré aquí para más molestias ¿Hecho?

La reina caminó para quedar de frente a él y mirarlo sin ninguna intimidación.

-¿Sabe de la responsabilidad que ha puesto en Arendelle y en las Islas del Sur después de este acto?

-Lo sé –Contestó él acercándose más al rostro de la reina, inclinándose con levedad – Pero dudo mucho que entonces acepte mi mano y tengamos un futuro juntos ¿O es posible?

The Guardian Queen. 1er LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora