The Guardian Queen. 1er Libro

Capítulo 2

***Narradora***

Elsa no gesticulaba ninguna reacción, aquel nombre era irreal para ella.

-No.... No te conozco, lo lamento – Elsa contestó - ¿De dónde vienes?

-¿Estás hablando en serio? – El peliblanco frunció el ceño extrañado ante el comportamiento de Elsa - ¿Qué pasó con las noches de desvelo por salir a jugar en la nieve? O las noches cuando leíamos cuentos en la gran biblioteca del castillo ¿Qué pasó conmigo cuando te rescaté del......

-Basta- Elsa ordenó con todas aquellas imágenes que regresaron a su cabeza cuando empezó a contarlas – No eres real.....

-¿Ah no? ¿Y cómo explicas que tu hermana me ve ahora mismo? – Jack dijo mirando a las espaldas de la reina.

Elsa se giró y vio a Anna llegar con una rebanada de la tartaleta.

-Hola – Saludó animada – Oh ¿Interrumpí algo importante?

-No – Contestó Elsa girando a ver al peliblanco – Yo ya me iba.

La reina se dio vuelta sin dar más explicación, Anna miró al peliblanco sin entender lo que había sucedido.

-Disculpe... -Jack le murmuró para retirarse también.

El camino por donde se iba la reina, fue al patio principal, escuchó los pasos acercarse a ella junto a su voz de nuevo, él realmente estaba aquí con ella.

-Elsa, detente por favor....

-¿Qué haces aquí? – Preguntó la platinada dándose vuelta - ¿Por qué decides aparecerte justo ahora?

Jack abrió la boca para contestar pero de nuevo fue interrumpido, por la reina.

-Veo que no eras un simple recuerdo de una persona imaginaria, realmente eres real pero ¿Qué te pasó para dejarme? Habías prometido estar para las buenas y sobre todo en las malas ¿Dónde estuviste en la muerte de mis padres?

Ambos ojos azulados se miraron directos, los ojos de Jackson expresaron dolor y un sentimiento profundo de perdón.

-Sé que no puedo tener tu perdón, y lo entiendo, pero si he vuelto ahora es porque estoy listo para tu mundo, y no sólo para el mío.

-¿Y por qué piensas que te quiero en el mío?

Las frías palabras de Elsa llegaron atravesando el pecho de Jack, este parpadeo con esa punzada que seguía creciendo desde el momento que pisó el reino.

Levantó la cara firme de cualquier decisión.

-Porque puedo darte más de una razón para no irme y quedarme, aun cuando no lo quieras.

Elsa frunció el ceño con un sentimiento de tristeza y dolor, su mirada se desvió al primer ministro que daba camino hacia a ellos.

Ambos hicieron contacto visual por lo que aprovechó el ministro para pedirle unos minutos.

-Hasta luego... – Elsa dejó por un lado al peliblanco, haciéndolo sentir vacío.

-Hasta luego..... –Jack murmuró sin darse vuelta y sin intención de que la oyera – Mi niña......

La reina llegó hasta el ministro al pie de las escaleras del castillo.

-Disculpe las molestias mi reina, pero si no le digo ahora después no lo recordaré.

-No fue ninguna molestia ¿Qué pasa?

-Mañana necesitamos hablar de una decisión pendiente, ambos nos reuniremos con la pequeña corte para hablar de esto.