Capítulo 17

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***Narradora***

De regreso al camino anterior, los guardias tuvieron de nuevo a la vista a su reina, con ésta explicando la razón de la barrera de hielo.

Escoltada por ellos, regresó de nuevo al pueblo de Arendelle, pero antes de retirarse, el peliblanco le llamó para despedirse, mientras sus guardias continuaron su camino para ayudar de la gente dañada y sólo con dos esperando a su reina.

El cuerpo de Jack temblaba, no por causa del frío eso jamás, sino por causa de algo peor.

-Majestad....-Dijo esa palabra más por la presencia de los guardias, entonces murmuró lo siguiente- ¿Era cierto? Si fuera un ser oscuro ¿Me hubieras dado fin?

Elsa le miró al rostro, hasta ahorita había aparecido una cardenal morado y vede en su pómulo y una raspada en la esquina de su ceja a causa del golpe con el boomerang.

Abrió la boca justo bajando la mirada a la sangre de Jack que emanó de su pecho con las puntas de las garras del lobo que le había clavada más la sangre del oso en la que había caído Jack, teniendo sus prendas manchadas.

-Por supuesto que no, sólo lo dije por defenderte.

-¿No me temerías?

El tono de voz de Jack sonó más a un reto y amenaza, la reina levantó su mirada a éste dudando de su actitud. Entonces miró sus manos temblando acompañado de su mentón.

-¿Te sientes bien?

-Lo estoy.....yo.....

-No mientas –Le ordenó la reina - ¿Qué sucedió contigo hace unos minutos atrás? No te creo que......

-Reina Elsa – La voz de Hans apareció a un costado de ellos – Perdone la molestia pero necesitamos que venga con nosotros, los daños son peores de lo que aparentaban.

-Oh iré en.....

Jack no escuchó la siguiente conversación en base a unos susurros que sólo él podía escuchar, se giró con lentitud y ahí, entre los arbustos, ya hacía una pesadilla en forma de corcel.

Creyó que éste atacaría pero no era así, ese corcel venía ahora por él.

-Largo – Dijo sólo moviendo los labios, a lo cual el corcel respondía haciéndose polvo para después transformarse en un cuervo que voló a una rama de un pino más cerca del peliblanco, logrando que maldijera en bajo.

Los susurros estaban en su cabeza, eran demasiados que no podía entender ni uno, su respiración estaba comenzando a alterarse.

-Yo ya me retiro –Habló Jack- Revisaré a los alrededores, con su permiso.

No dijo nada más, terminó dejando a ambos atrás, aferrando con fuerza en su puño al cayado, y dejando a Elsa con un sentimiento desconfiado por la extraña actitud de Jack.

No le dio más vueltas y se retiró con el príncipe Hans.

Su corazón de estrujó cuando contó los 33 cuerpos sin vida de la gente de su reina, 20 de sus guardias y 13 aldeanos, encontrando a la madre de la niña.

La reina se apartó dejando a los guardias encargados de los cuerpos. Alejándose lo más que podía, liberó unas lágrimas por ver a su gente desvanecida en la nieve pintada del rojo de su sangre.

Fuera lo que haya pasado, se encargaría de ponerle fin, exterminar lo oscuro sin importar los precios.

Llegando al castillo la presencia de los guardias había incrementado, la princesa Anna abrazó con demasiada fuerza a su hermana aliviada de que estuviera a salvo, pero aun así existía un daño que le rompía su corazón, la muerte de su gente.

The Guardian Queen. 1er LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora