Capítulo 21

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***Narradora***

En el reino de Arendelle, se encontraba ese hombre oscuro y sombrío, admirando a las lejanías el gran castillo. Sonrió cuando se dio cuenta que ya estaba creciendo el poder en la reina, sólo era el comienzo.

Se había retirado hacia el bosque, convirtiéndose en polvo ámbar y grisácea para volar en el viento y trasladarse a otros reinos.

Estaba a punto de llegar a las tierras de la tierra de dragones, Berk. Tenía algunas pesadillas que plantar conforme los dragones continuaban creciendo en esa isla, pero antes se dio cuenta que estaba siendo vigilado.

Se detuvo en medio de aquel bosque para mirar hacia arriba.

-No creo que quieras conseguir problemas ahora, digo, te encuentras solo.

El tintineo de cascabeles se hicieron escuchar, descendió del cielo negro la figura de un trineo de madera tallado con caireles y figuras niños jugando.

Este trineo era guiado por 6 renos enormes, más grandes que un reno natural. Y de la base salió el gran hombre de barba blanca y saco rojo oscuro.

-Quiero evitar esos problemas –Digo la gruesa voz de Norte.

Pitch asintió esperando el sermón que Norte estaba por decirle, pues ya le conocía y se estaba preparando para escuchar sus palabras de la moral y el bien.

-Has estado causando demasiados problemas en el reino de Arendelle.

-¿Problemas? – Sonrío de lado Pitch – Es lo mismo que yo podría decir de ustedes con idiotizan a los niños diciendo que el mundo el feliz cuando sólo los están engañando.

-Debemos mantenerlos a salvo y con plenitud para que crezcan.......

-¿Para que crezcan con dolor? Mandando a la mierda el mundo que siempre los ha rodeado pero por su culpa nunca vieron.

Pitch caminó para quedar de frente a Norte.

-No existe un final feliz para nadie –Dijo por último Pitch.

-No, porque tú existes.

-Oh buh buh – Pitch hizo una cara asqueada – Mira cuánto me ha dolido.

-No te atrevas a continuar atacando ese reino, y mucho menos le órdenes a Jack a que continúe involucrándose con la reina.

El pelinegro resopló una risa.

-¿Crees que Jackson sigue ordenes mías? –Ríe – Y ¿Por qué querría mandarlo con esa mujer? Además no fui yo quien los hizo conocerse hace ¿Seis? ¿Siete años tal vez?

-No te hagas el idiota, Pitch. Dejando de lado el destino que los unió a ambos lo has aprovechado. Has corrompido a ese chico y puesto en nuestra contra, en las personas también, no sólo a los niños, todo por culpa tuya.

-Ah ah, culpa mía no fue. Jack estaba desesperado por seguir existiendo para su niña de Arendelle, sabía a quién pedírselo, o sea yo. Me pidió ayuda después de haber descuidado a los niños por Elsa.

-Sí y a pesar de que ya no te sirve aún posee tus pesadillas por un estúpido acuerdo.

-Tenía que mantener mi identidad oculta de los seres humanos –Se encogió de hombros Pitch – Además, Jack trae enamoradas esas pesadillas desde que trabajó para mí ¿Qué puedo hacer? Si las aparto serían capaces de fastidiarme por toda la vida.

-Quítale las pesadillas.

-Es una promesa, Norte, y sabemos que esas promesas jamás se quiebran ¿O acaso ya lo olvidaste?

The Guardian Queen. 1er LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora