Capítulo 14

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***Narradora***

-Dos semanas mi reina, sólo le pido y le dé una oportunidad más.

La voz del ministro estaba comenzando a darle más estrés a la Reina, nunca antes le había dado tal estado hasta este momento con los temas de la unión.

-Es que....-Liberó un suspiró – Ministro, no siento nada por el príncipe Hans, y me temo, que por más oportunidades le dé, no sentiré amor. No por él.

"No por él" La Reina se lo repitió en la mente para después meditar que era cierto, pues sus sentimientos habían sido aflorados hacia Jackson.

-Dos semanas, su majestad –Repitió el hombre del otro lado del gran escritorio de la Reina – Si en esas dos semanas no se presenta ni un indicio de matrimonio, perfecto, dejémoslos ir.

-¿Les avisará el tiempo que les resta en Arendelle?

-Sí mi reina, les dejaré el claro que usted será quien me avise para dar paso al casamiento, de no ser así no les tengo que avisar nada.

-¿Y el consejo?

-Ya habíamos llegado a ese tema mi reina, su descendencia pasará desde el momento que su hermana Anna conciba a un hijo, entonces será el destinado a la futura corona después de usted.

Los pulmones de la platinada liberaran un aire aliviando todos sus pensamientos y sobre todo su estado emocional. Ahora sólo tendría que aguantar dos semanas más.

Llegando a su gran alcoba, la reina presenció a Jack haber venido cuando miró la ventana abierta con las cortinas bailando con el viento.

Cayó agotada sobre su cama y de lo que restaba la noche.

Al día siguiente, la Reina procuró no hacer demasiado contacto con el príncipe Hans.

Se acompañaban para el desayuno y el almuerzo, pero fuera de esos lugares, no se volvía a encontrar. Dando más ideas al pelinaranja para atraer a la Reina.

La princesa Anna le había comunicado a la reina sobre una carrera de caballos que pensaban realizar, pero Elsa lo negó debido a que se expondrían al frío los animales y las personas quienes cabalgarían, dando por eliminado la actividad.

Ese día Jack no apareció en el castillo, lo cual no le había molestado a Elsa, pues se había ido a leer y firmar los productos del comercio de otros reinos.

Fue la noche siguiente en que Jack por fin apareció en el ventanal de su alcoba. Vestía pantalones negros, botillas de tobillo marrones y una camisa de lana Blanca, con una abertura en "v" sobre su pecho.

-Majestad – Jack dijo extendiéndole la mano.

-No pienso dejar que me lleves de nuevo en tus brazos –Elsa se negó a tomarla, mejor se dio vuelta para salir de la alcoba –Te espero en el jardín trasero ¿Si?

El peliblanco le sonrió e lado cuando ladeó la cabeza hacia la ventana. Minutos después se encontraron juntos.

-¿Por qué no sólo nos vamos por la entrada principal? – Murmura Jack.

-Porque no me pueden ver saliendo a mitad de la noche.

-¿Y planeas que te cargue ahora sí? Porque el agua rodea tu castillo.

Elsa caminó con una sonrisa confiada directo al arco que daba al fondo del jardín, donde se podía apreciar el comienzo de la orilla del mar. Elsa comenzó a avanzar directo a ella, congelando el agua bajo sus pies conforme avanzaba.

The Guardian Queen. 1er LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora