Escapada de la fiesta

6.3K 275 41
                                    

Capítulo: 48

Con calma, Ian me acerca con él hasta donde se encuentra una chica algo más alta que yo, con unos hermosos tirabuzones que decoraban su cabello cobrizo hasta por debajo de sus hombros. Un hermoso vestido azulado decoraba su cuerpo, junto con unos tacones de igual color.

—Paige —dice Ian alzando la voz.

Aquella chica rubia se gira ante la llamada de Ian. Unos hermosos ojos del color de un cielo cubierto de nubes de lluvia nos observan; primero a Ian y luego a mí. Se separa de las personas con las que está hablando para reunirse con nosotros. Se mueve con una elegancia y una belleza sobrenaturales, pareciendo una modelo. Cuando ya se encuentra en frente de nosotros, Ian quita la mano de mi espalda para poder darle un efusivo abrazo a aquella chica. No sé cómo, pero inmediatamente la odio. Y el hecho de odiarla sin ninguna razón, hacía que la odiara más. ¿Eso tenía algún sentido? No, pero me daba igual.

Me quedo atrás observando aquella escena. Siento que estorbo en aquella situación. ¿Debería irme? ¿Debería quedarme? Jamás en mi vida me había sentido tan incómoda en tal situación. Me rascaba el brazo nerviosamente, pero a pesar de todo no apartaba la mirada de aquella escena. Cuando al fin se separan, Ian va corriendo a mi encuentro, me agarra de la mano con una enorme sonrisa y un brillo en los ojos, me arrastra hasta donde está aquel prototipo de Barbie modelo estándar. Tirando suavemente de mí me coloca a unos pasos de la rubia y nos presenta.

—Linnea, quiero presentarte a Paige Burke. Es una gran amiga de la infancia. —“¿Amiga de la infancia? Lo dudo enormemente”. Pero no digo nada me guardo mis pensamientos para mí misma—. Paige, ella es Linnea Cambell.

—Conque ella es la famosa Linnea de la que tanto he oído hablar.

¿Ian ha hablado de mí?”. Me siento avergonzada por saber que su entorno me conoce. Paige me mira con mirada curiosa. Me inspecciona de arriba abajo, analizándome al igual que los padres de Ian, pero su deslumbrante sonrisa no desaparecía en ningún momento. Parecía que realmente se alegraba de verme.

—Eh… Me siento en desventaja ya que yo no he oído hablar sobre ti —digo con lentitud sin apartar la mirada.

La mano de Ian sigue sobre la mía. Siento todo tipo de aves volar por mi estómago, a la vez que mi corazón se aceleraba como loco.

—Tranquila, es normal. La única razón por la que sé de ti, es porque sacarle la información por la fuerza. No parecía muy dispuesto a decir él porque de volver al instituto así, tan de repente. Quería mantenerte como su pequeño secreto.

¿No le había dicho sobre mí a nadie? ¿Ni si quiera a sus padres? Al parecer los únicos que sabían de mi eran Max y el resto del grupo, y únicamente porque inevitablemente nos habíamos visto más de una vez.

¿Por qué no le había hablado de mí a nadie? No podía ser que se avergonzara de mi ¿verdad? Pero eso no se correspondía con sus actos. Aunque tampoco era muy necesario mencionarme, ya que únicamente somos… ¿Qué  somos exactamente?

a)    ¿Novios? Claramente no. No me ha pedido salir ni nada, por lo que es obvio que no somos novios.

b)  ¿Compañeros de clase? Tampoco. Los compañeros de clase no están besándose contantemente.

c)    ¿Amigos? Me reitero a la explicación anterior. Los amigos no están besándose constantemente. Seth y yo somos amigos y no nos hemos besado (ni nos besaremos. Jamás).

Observo discretamente a Ian, y me encuentro que está completamente rojo. Se siente avergonzado por el comentario que ha soltado Paige. Pero su sonrojo no es tan notable, como las pequeñas chispas de furia que sueltan sus ojos.

Un toque de rockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora