Un famoso en mi clase

10.5K 490 14
                                    

Capítulo: 4

Voy corriendo por los pasillos para llegar cuanto antes al aula, coger mis cosas e ir a la clase de informática. Cuando giro en la esquina, me encuentro a Seth con mi mochila colgada al hombro. Voy corriendo hasta él.

—Por fin llegas ¿Qué ha pasado para que estuvieras tanto tiempo con el director? —me dijo con una expresión preocupada, pero no sé si por mí o por llegar tarde a clase.

—Créeme cuando te digo, que si te lo contara, no lo creerías.

—Prueba.

—Ahora mismo no tengo tiempo, ya llego tarde.

—Pensaba que a ti te daba igual el hecho de llegar tarde —me dice Seth cruzándose de brazos.

—Y me da igual, pero a Miranda no. Quiere que le cuente lo que ha pasado con el director —miro el reloj de mi muñeca, soltando un bufido—. Y… ya llego tarde. Nos vemos —digo mientras me marcho rápidamente.

—Luego me lo cuentas, ¿entendido? —grita Seth.

—Sí, sí —le digo, agitando la mano para despedirme.

Me marcho de allí corriendo. No me importaba llegar tarde a informática, el profesor nunca dice nada. Pero Miranda…, estará echando humo por las orejas.

Y no me equivoco del todo. Cuando entro, Miranda mira en mi dirección, con una mirada no muy agradable que digamos. Voy hasta ella y me siento a su lado. No tarda mucho, en abordarme con un montón de preguntas, nada más sentarme.

—¿Dónde has estado? ¿Por qué has tardado tanto? ¿Qué ha pasado? ¿Qué…?

—Sí, yo también me alegro de verte Miranda —digo. Dejo la mochila en el suelo y busco el pendrive para conectarlo al ordenador.

—No me cambies de tema —me dice señalándome con el dedo—. Te dije que no llegaras tarde, necesito que me lo expliques todo y sé, que va a ser una explicación larga.

—No es culpa mía —digo mirándola a los ojos—. En cuanto salí, fui corriendo a por la mochila. La tenía Seth, y él al igual que tú ahora, se puso a interrogarme.

—No se lo habrás contado a él antes que a mi ¿verdad? —me dice con cierto tono de humor—. Porque si lo has hecho, te juro que de esta clase no sales viva.

—¿Por quién me tomas? —digo mientras me recuesto en la silla—. Sabía que si se lo contaba a él antes que a ti, acabarías cargando con mi cadáver y tirándolo a un río. —El comentario había hecho reír a Miranda—. Y quería ahorrarte la experiencia. Luego dirás que soy una mala amiga —digo con cierta ironía.

—Eres la mejor amiga del universo —me dice mientras me proporciona un gran abrazo.

—Yo no diría que del universo, pero quizás si del condado de California —digo, haciendo que las dos riéramos.

Cuando deja de abrazarme y se coloca en su silla, dice—: Pero que sepas, que no te vas a librar de contarme lo que ha pasado solo por el hecho de haber llegado tarde. Vamos, ve soltando por esa linda boquita tuya lo que ha pasado y como has llegado a ver al nuevo “alumno” —En sus labios, aparece una pequeña sonrisilla traviesa.

Por lo que, eso hago. Le cuento todo lo sucedido desde que me llamaron por megafonía, hasta el momento en el que dejé a Ian con el director. Ella estuvo escuchando con mucha atención en todo momento, pero también tenía cuidado de que cuando hablaba, no hubiera cotillas alrededor.

Cuando acabo de contarle lo sucedido, solo faltaban diez minutos para que acabara la clase. Miranda me mira con una mezcla de fascinación e incredulidad. Pasan varios minutos, y Miranda no responde. Yo ya pensaba, que se había quedado en estado de shock, al igual que me había pasado a mi antes. Me disponía a agarrarla por los hombros y zarandearla hasta hacerla reaccionar, cuando de pronto dice:—¿Sabes qué lo que te ha pasado es la cosa más increíble que le podría pasar nunca alguien?

Un toque de rockWhere stories live. Discover now