Autógrafo extravagante

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Capítulo: 27

Apenas unas canciones después, me terminé de beber mi cerveza. Yo no era una persona muy bebedora, pero esta situación me superaba y necesitaba beber para poder calmar mis nervios. Unas tres canciones después, Ian y su grupo decidieron tomar un descanso, y yo necesitaba otro. Me levanto de la silla y me dirijo a la barra de la discoteca.

-¿A dónde vas? –me pregunta Miranda.

-A por algo más fuerte. –Agarro mi bolso y me separo de ellos para dirigirme a la barra.

La música vuelve a sonar con normalidad y la gente se dispersa; exceptuando a un grupo de chicas que van corriendo hasta las escaleras del escenario, a la espera de que bajen los del grupo.

-¿Qué te pongo preciosidad? –me pregunta el barman con una gran sonrisa cuando llego a la barra.

-Un vodka negro con lima por favor.

-Marchando. –Se marcha a prepararme la bebida, mientras que yo agarro un taburete que tengo al lado. Dejo el bolso sobre la pegajosa barra del bar y saco el móvil.

-¡Hola! –oigo que me dice alguien a mi espalda. Me giro y me encuentro a un Ian algo acalorado a causa de la actuación. Una camiseta negra con rasgones en los lados se le pegaba al cuerpo, marcando su pecho; junto con unos pantalones ajustados que colgaban un poco de su cintura.

-Hola.

-¿Qué haces aquí? –me pregunta mientras se pone a mi lado.

-He venido con Miranda y Seth. ¿Y tú?

-¿No es obvio? He venido para dar un concierto –dice con humor mientras acerca su cara a la mía para que pudiera escucharlo. Pongo los ojos en blanco y centro mi vista al móvil.

-No me refiero a eso. ¿Es normal que organicéis conciertos en discotecas tan escondidas a la vista de todos? –pregunto mirándole a los ojos.

-A veces damos lo que nos gusta llamar “conciertos clandestinos” en algunas discotecas o bares. Y cuando lo hacemos, no solemos comunicarlo a la prensa.

-Entonces, ¿cómo se han enterado todas esas fans? –hago un gesto con la cabeza, señalando al grupo de chicas que estaba hace unos momentos suplicando por la atención de Ian y el resto de músicos.

-¿Qué? ¿Celosa?

-En absoluto. Simplemente tengo curiosidad por saber cómo se han enterado.

-Eso es porque solemos mandar un mensaje a los fans que tienen una subscripción especial con nosotros.

-¿Suscripción especial?

-Es una suscripción que solo se puede hacer en nuestra web oficial. Es algo más cara que la normal, pero los que tiene esta suscripción se les informa de actuaciones sorpresa, próximos lanzamientos de discos…, antes de que se publique en la web, o se informe a los medios.

“Así es como se enteró Miranda del concierto”. Seguramente tenía esa suscripción especial, y de que se enteró del concierto, tramó todo el plan para traerme aquí.

Poco después llega el barman con mi bebida. Coloca el vaso delante de mí mientras me ofrece una gran sonrisa. Yo le sonrió de vuelta y le doy las gracias para luego volver a centrar mi atención a Ian, que miraba muy atentamente como el camarero se marchaba. Cuando desaparece entre la multitud, la mirada de Ian se relaja notablemente.

-¿Y tu jefe sabe que organizáis estos “conciertos clandestinos”? –pregunto con la intención de desviar su atención del camarero, para volver a la conversación. Me mira a los ojos durante un rato, para después sonreír y centrar la vista a la mesa.

Un toque de rockWhere stories live. Discover now