John Wells. Reencarnación.

Capitulo 50. Mermelada de Fresa. Parte 1

Perspectiva: John Wells.

—Descansemos aquí —dije sentándome—. De cualquier forma, ya es tarde.

—¿Qué pasa alfa, estas cansado? —me preguntó Violet, siempre avanzamos a pesar de la hora del día, pero sería bueno descansar y dormir solo por hoy—. ¿Quieres que yo te cargue? —me volvió a preguntar.

—No digas tonterías Violet —le respondí.

Las chicas no entendían el porqué de mis acciones, pero A2 Ofir se conectó a mi red, creo que algo importante pasó con Byph en las antiguas ruinas del reino.

—Estaré desconectado un tiempo, no sé cuánto tiempo tardare. —le dije, al mismo tiempo mi mente se conectó con A2.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Sarly.

—Estaré ausente, Blood las ayudara si algo pasa. —les dije cerrando los ojos.

Del otro lado, me encontré con Clarissa, creo que ahora se ve mucho más bonita, su cuerpo es precioso.

—"No me mires tanto." —dijo Clarissa en español.

—"Recuerdo que eso es lo que siempre quisiste, ¿te arrepientes?" —le pregunté molestándola.

—"No es eso. Solo me da vergüenza" —dijo, era uno de sus clones, su magia es extraordinaria.

—"No me alabes tanto" —dijo ella, nuestras mentes están conectadas, es así como ella sabe lo que pienso.

—"Pareces muy feliz" —repliqué.

—"Lo estoy, aunque vayamos a la guerra, si es contigo, puedo darlo todo."

—"Bien, mientras no des el culo"

—Grosero —dijo disgustada.

Este lugar cambio mucho, el pueblo Aritssa me sorprende, se adaptaron muy rápido a los orcos.

—"Cierto, esto me parece muy bonito"

Llegados al campo de batalla, la mayoría de las "Clarissas" eran aplastadas sin resistencia.

Byph, su forma de luchar me parece conocida... Está usando kung fu, eso es nuevo.

—"¿Donde aprendió eso?" —le pregunté a Clarissa, no creo que ella le haya enseñado.

—"De una mujer que se hace llamar la diosa de la cosecha" —dijo.

Ellos están aplastando a los orcos, debería ayudarles ahora.

Traté de usar mi transformación, penosamente no pude hacerlo, debería transformar primero mi cuerpo real, para que este haga lo mismo.

—¿Dónde está tu tan admirado héroe? —dijo un hombre de cabello castaño.

Los soldados están aplastando a los orcos, la guardia real, es mejor que los aventureros promedio.

Corrí tan rápido como pude pateando y matando a algunos soldados, ellos se alertaron, estaban matando a los orcos muy fácilmente y ninguno de los guerreros de su lado estaba muriendo.

—Sabes, me costó mucho acostumbrarme a matar —dijo Clarissa, recordando las pesadillas que aún tiene por haber matado a una buena cantidad de caballeros.

—A eso, jamás te acostumbras —respondió John en su mente.

Levante la espada de un caballero de brillante armadura y me acerque a ellos matando a muchos.

—[Gran caída] —escuche una voz al tiempo que un torrente de agua salió volando hacia mí, varios magos habían recitado en conjunto para realizar ese hechizo.