Capítulo 38: La Villana Clarisa Garcia.

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—Sera mejor que conozcas tu lugar, maldita rata de clase baja —grite enfurecida...

Fue justo en ese momento en que quería salir a decirles sus verdades a esa maldita niña... que caí del carruaje, me di contra una piedra en la cabeza y me desmallé.

Tal vez se pregunten quien soy, pues bien, me presentare, nací en el reino , un lugar cercano a la frontera con los hombres bestia, fui criada en un hermoso palacio, o al menos así es como lo veo ahora, mi nombre es Giselle Trigver Dorcat, hija de un Conde, se podría decir que soy de alta nobleza; ya que soy la única hija, claro tengo una hermana que fue adoptada, pero por ahora no es importante... Tengo 13 años ahora mismo.

Mi cabello es rubio, tengo una piel blanca digna de una mujer sin responsabilidades y que jamás se ha quemado con el sol, además mis ojos son café claro...

Ahora mismo, me han traído de regreso a mi casa, fue por el alboroto que cause en la casa del príncipe; después de todo, durante toda mi vida he sido una verdadera egoísta, narcisista, orgullosa, ególatra y tantos otros adjetivos como esos...

Sin querer suspire desanimada, gracias a mí, es que el príncipe no ha podido estar con la mujer que le gusta, y sin embargo estaba aferrada a luchar...

Se preguntarán, como fue que me di cuenta de esas cosas, cuando antes actuaba como una idiota; hace 2 días, caí del carruaje mientras salíamos, estaba furiosa con la mujer que me robaría al príncipe, tanto que le di una bofetada, cuando subí al carruaje para regresar a casa, ella dijo algunas cosas, en serio que ahora me doy cuenta que es una chica adorable... sin embargo las tome muy mal y caí de cara mientras avanzaba, me di un golpe tremendo en la cabeza, quede inconsciente durante unas horas, cuando desperté... recordé mi vida pasada.

Clarisa García, ese fue mi nombre, una chica que murió a manos de unos amigos idiotas...

Estaba tan asustada por recordar todo eso, que empecé a llorar, el príncipe me dio alojamiento durante esos días en su casa.

Estuve muy enferma también, con mucha fiebre, recordé cada instante de mi vida pasada.

Mori en el departamento del amor de mi vida... por lo menos así lo consideraba, John Wells, un exmilitar increíble, era un hombre muy directo y casi imposible de descifrar, él no era como los tontos de mis amigos, o como cualquier novio que tuve, era impresionante, bastante maduro e inteligente.

Buen, bueno, de verdad estaba enamorada, así que no me juzguen...

Recuerdo el día de mi muerte, unas horas antes fui a pedir un poco de azúcar, llevaba una falda azul cielo, y un buen escote, esperaba poder acercarme a John, cuando toque la puerta el me recibió con una expresión aburrida, siempre fue así, no parecía cambiar de cara en ningún momento, aun así, me anime a preguntarle, solo le pedí algo de azúcar, el me dio lo que necesitaba, pero en ningún momento me miro, regrese a mi casa abatida, durante toda la reunión estaba muy enojada, debía hacer algo para llamar su atención, mis amigos fueron llegando de a poco, comenzó la fiesta.

Y con ello, mi muerte se acercaba; uno de esos idiotas tomo algunas drogas, no preste atención mientras me animaba, varios de ellos eran tan torpes, creían que no me daba cuenta cuando me miraban, pero no quería la mirada de estos idiotas, yo esperaba que el me viera.

Comencé a quejarme amargamente, todo empezó al beber mi cerveza, sentía que ardía por dentro, me levanté en ese momento y Sali a la casa de John, ellos me siguieron, todos estaban drogados, comencé a pelear con ellos por alguna razón, les dije lo molesta que estaba con John.

John Wells. Reencarnación.Where stories live. Discover now