John Wells. Reencarnación.

Capítulo 27 Atrapado en la cueva Demoníaca. parte 2

Perspectiva: John Wells.

Toda la habitación retumbaba, el poder de ambas bestias era aterrador, la puerta caería en cualquier momento, mis armas y armadura en un pésimo estado.

—¿Saben lo caro que son estas cosas? —Les grite por el agujero.

—John... solo los haces enojar —me dijo Violet, pues ambos se detuvieron unos segundos para después arremeter con más fuerza.

Parecía que el lugar se caería a pedazos, y no había forma de salir.

—¿Hay algo que pueda hacer la pequeña? —le pregunte a mi yo interior.

—Nada por ahora, es tan débil que podrías pisarla sin resistencia, justo como a un bebe ratón...

—Entonces para que mierda recogí esa cosa —grite

—¿Qué cosa? —pregunto Violet asustada.

—No es nada... siempre hablo solo, no prestes atención...

Justo estaba hablando molesto y una de las criaturas extendió su brazo por el hueco en la pared, le di una patada a Violet en el culo que la mando a volar a un lado, mientras yo recibí un rasguño en la espalda por no alcanzar a esquivar.

—Justo me había librado de las cicatrices —dije molesto.

—Estas bien... —me pregunto Violet.

—Nada que una aguja he hilo no puedan reparar... —dije, lo malo es que ahora no alcanzo a ver mi espalda—. Violet, mueve el culo, necesito que cierres la herida ahora.

Le entregué la aguja y me di la vuelta.

—Espera, yo no sé cocer...

Después de una patada y unas clases de costura, Violet pudo cerrar mi herida.

Mientras tanto las dos bestias seguían afuera azotando la puerta, a pesar de su tremendo poder, la puerta aguanto muy bien; si fueran los muros del reino, ya hubieran cedido.

—Como vamos a salir de aquí... no parece que se estén cansando —dijo Violet.

—Ya estuve pensándolo, creo que tengo una buena solución.

—Si, ¿cuál?

—Te dejo salir y seguro que, comiéndote a ti, se llenan rápido

—¿Qué?... no, creo que tu tendrías mejor sabor, si sales seguro les gustas más, recuerda, calidad mejor que cantidad.

—Nada de eso, aquí tú serás la que sabe a carnitas, sobre todo si te dejo salir cubierta de salsa picante... uff para chuparse las garras.

—Espera, yo pienso que...

—Silencio —le dije, la bestia volvió a meter uno de sus brazos por el hueco — Ahora... —dije corriendo a sostener el reverso de su enrome mano, el monstruo trato de girar su brazo, pero logre sostenerlo, su mano era musculosa, al punto que era casi imposible mantenerla ahí.

—Violet, corta su mano—grite, ella recogió el hacha del suelo

—Gya... —grito Violet tratando de partir su muñeca entera...

La bestia al sentir el dolor hizo todo lo posible por sacar su brazo, pero logre mantenerlo firme... hasta que Violet después de varios ataques por fin corto sus dedos.

Sin más fuerza para sostenerlo, el monstruo jalo su brazo así afuera, ambos monstruos gritaban con más furia, y chocaron contra la puerta con su cuerpo.