John Wells. Reencarnación.

Capítulo 22 Pelea de Hermanos.

Perspectiva: John Wells

—Amy, Violet e Impher terminen de comer —les ordene—. Las esperare afuera.

Camine a la calle, Alessia e Idrits no han llegado, y no puedo perder más tiempo... Traer conmigo el Hacha del orco es agotador, pero no tengo otra arma además de eso...

Justo pensaba en eso cuando alguien trato de matarme, esquive rápidamente agachándome y haciéndome a un lado; era el caballero con la armadura brillante, el guardia de antes que no se detuvo a conversar y simplemente me ataco con fiereza.

Esquive lo mejor posible, su manera de luchar era como la maestra Sarly... no había nadie más en la calle, solo estábamos él y yo, como si todo el mundo hubiera desaparecido.

Balanceo su espada tratando de cortarme en trocitos.

—Pareces acostumbrado a la guerra niño —me dijo, su voz era gruesa como el rugido de un oso—. El venerable te ha protegido antes, no sé qué ha visto en ti, pero no pareces demasiado interesante.

Balanceo su espada nuevamente, esta vez fue más rápido, tanto que solo veía una mancha borrosa, por suerte mi cuerpo se movió a tiempo, mi reacción parece haber mejorado un poco desde la vez que enfrente a Bapho. Solo lo suficiente para no morir, nadie parece escucharnos... debe haber algún tipo de magia para ocultar el sonido.

—John, usa la fuerza —me dijo mi voz interior.

—No creo que esa frase de los jed* ayude en algo, estúpido.

—Solo pensé que se escucharía bien ahora mismo.

—Cállate y ayúdame en algo...

Hablando con esa estúpida voz esquivaba a toda prisa sus ataques, el maldito no dejo de atacar... además llevar el hacha a cuestas era difícil, logre levantarla para cubrirme de algunos de sus ataques.

—¿Solo sabes esquivar niño? —me pregunto molesto—. De verdad no vales la pena.

—No estoy interesado en mostrar mi fuerza a cualquiera —le dije tratando de parecer genial.

La verdad estoy agotado, solo esquivarlo me costó un huevo... y parece que la mitad del otro.

—Estúpido niñito, has ofendido a alguien muy importante, y te costara la vida.

—Ya he escuchado eso antes —le dije saltando hacia atrás y cubriéndome con mi pesada arma.

—A duras penas te defiendes, aunque me ordenaron matarte y debería ponerme serio, no vales la pena...

Di la vuelta y me enfrente acercándome, gire mi cuerpo levantando la pesada arma... su armadura brillante se rasgó como tela y logre cortar un poco de piel.

No fue tan profundo, solo lo suficiente para que sangrara un poco, él sujeto su abdomen con la mano y entonces poniendo el hacha en el suelo salte y di dos patadas de canguro con todo mi peso corporal.

Justo en ese momento recibí una recarga de energía mágica que me dio la fuerza necesaria para lanzarlo a volar contra el muro.

Levante el arma con más facilidad y la hice rotar en mis manos.

—Pareces un niño interesante —el hombre se enderezo en la pared donde estaba, y volvió a balancear su espada, parece algo muy pesado, y el la maneja con facilidad.

—¡¡¡Hey!!!, John, la magia que puedes usar se acabara pronto, solo tienes un par de golpes, aprovéchame porque me voy —se rio mi voz interior.