John Wells. Reencarnación.

Capítulo 31 Cueva Goblin.

Perspectiva: John Wells.

Regrese a mi casa, ya era bastante tarde, así que al entrar solo fui a lavar mis dientes, por cierto, que los lavo con un cepillo que yo mismo hice, además use algo de menta como pasta.

Mientras cepillaba, pensé seriamente en crear algunos utensilios y venderlos, estoy seguro que algo tan simple y sencillo como un peine, funcionaria perfectamente para las personas, además de la pasta de dientes, seguro que les hace mucha falta.

Algunas personas tienen podrida la dentadura.

En fin, Impher se levantó del suelo donde dormía, y por si preguntan todos dormimos en el suelo, la cama está hecha de madera, pero no hay un colchón.

—Joven amo —me hablo Impher susurrando, ella me ayudo a quitar la armadura—. Huele a mujer, ¿que ha estado haciendo?... yo estaba preocupada... se lo llevaron de repente.

—Primero fui llevado por esa mujer rara, luego fui de paseo con Alessia, estuve en la fiesta todo el día.

Estoy agotado...

—Vayamos a dormir —me dijo, como siempre estamos fuera de la habitación donde duerme mi padre y sus esposas, normalmente Rub duerme separado de nosotros, yo duermo junto a Amy, Impher, Ena duerme con la abuela y Rub en otra esquina, todos desparramados por el cuarto.

Me recosté junto a Impher, ella acaricio mi cabello y se quedó profundamente dormida.

Cuando desperté, fui a desayunar rápidamente, hay un grave problema, pro el que tengo que reusarme al plan de Alessia, y es mi falsa vida como noble, soy un plebeyo, y si ellas se enteran... esto se pondrá feo...

Recuerdo muy bien la reacción que tuvo Adai, ella desprecia a los plebeyos, y es muy seguro que las chicas también lo hagan.

—Debí pensarlo bien... —dije molesto terminando de desayunar.

—¿Qué pasa John? —me pregunto Ena—. ¿Qué hiciste?

—Ena, tenemos un grave problema...

—¿Qué es...debes mucho dinero?, sabía que no debía dejarte administrarlo...

—No es eso, es algo peor, ayer le dije a Alessia que sea mi novia...

Ena se emocionó, me abrazo y comenzó a saltar de un lado a otro...

—Ya era hora...

—Quieta —le dije deteniéndola y tratando que se controlara—. El problema... es que ella quiere que hable con las otras chicas, quiere que yo me confiese con las demás...

—¿Con que cooperativa y todo?

—Tarde o temprano sabrán que vivimos en este lugar

—Mierda, debiste pensarlo mejor —me regaño Ena.

—Lo sé, ahora que hago... ya mejor llévame Diosito.

Estaba desesperado, tanto que no me di cuenta cuando Amy se levantó...

—Porque no consigue dinero, según escuche, se hará una pelea el último día de la fiesta... el segundo lugar es una moneda de oro blanco.

—Si, ya lo había escuchado, pero eso no será suficiente, debo encontrar la manera de hacerme asquerosamente rico Amy —le respondí.

—Entonces compitamos, yo entrare a la competencia.

—Cuidado, el primer premio es algo estúpido —le dije—. un beso, yo lo que necesito es dinero, para que mierda me van a dar un beso...