Capítulo 45: Lobos y vampiros.

2.2K 237 55
                                    


Perspectiva: Tercera Persona.


—Corre más rápido, Pirro, si no te apuras nos alcanzaran —grito un niño de cabello pelirrojo, al igual que la mayoría de la gente en la ciudad, todos tenían esa singularidad, el cabello rojo.

Pero este niño era diferente, además de ello tenía una marca distintiva, era una cicatriz de quemadura en su ojo izquierdo, que bajaba hasta su barbilla.

El corría tan rápido, esquivando y saltando entre los puestos ambulantes de la ciudad.

Había robado el dinero de un hombre rico y ahora como todos los días corría para no ser atrapado por los guardias del sujeto.

—John, eres demasiado rápido, espérame... —grito Pirro.

John brinco sobre un escalón y trepo con gran agilidad por la pared.

Luego le arrojo a Pirro una cuerda con la que lo ayudo a subir.

Los guardias no podían seguirlos, pues los dos chicos tenían una gran agilidad y se escurrían por todos lados.

—Estuvo cerca —dijo Pirro respirando muy agitado—. Casi no la cuento.

Los dos niños tenían ahora la misma edad 10 años.

Pirro limpio su sudor y siguieron corriendo sobre la azotea, luego bajaron saltando y haciendo un par de piruetas hasta llegar a un edificio abandonado, donde había algunos otros niños y niñas, todos haciendo lo mismo, robar para comer.

John tenía un físico envidiable para muchos de los hombres, aunque su actitud y forma de ser, siempre parecía sobreactuada.

—Hey, John, deberías dejar de jugar, solo toma el dinero y no dejes que te vean —lo regaño una niña de la misma edad.

Brigitte, una pelirroja de ojos negros, piel bronceada.

—Así no sería divertido —respondió John, la chica le dio un golpecito en la cabeza.

—Sabes que no debemos llamar la atención.

—Si, si, como sea —respondió.

John salto a una vigueta que estaba atravesada en el edificio y se recostó sobre ella.

—Pirro, cuéntame que paso.

—Pues fui descubierto y John atrajo la atención, creo que ha chocado a propósito con un guardia... una chica alta y la tiro al suelo, todos voltearon a ver que paso, el guardia que me estaba siguiendo se distrajo y me pude escapar. Después no sé qué hizo y nos estaban siguiendo otra vez... creo que se dieron cuenta del robo.

La chica sacudió su mano restándole importancia.

—¿No los siguieron hasta aquí, ¿verdad?

—No, saltamos por los edificios y nos escapamos, ellos no pudieron seguirnos.

La chica volteo a mirar a John, él estaba dormido.

—"Este idiota"— pensó dando un suspiro.

Los niños salieron del edificio y corrieron por la azotea saltando, muchos de ellos se volvieron expertos, podían robar a casi cualquier persona.

Cuando los niños salieron, John abrió los ojos, se sentó sobre la viga y salto a la azotea.

Brigitte lo siguió.

—Sabes que ellos vendrán a pedirnos más dinero —dijo John muy enojado—. Debí matarlos desde el principio.

John Wells. Reencarnación.Where stories live. Discover now