T1 | Capítulo 16

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— ¿Qué? —Mis ojos grises se salieron de órbita al tiempo en que retrocedía.

— Si, eso. Quitate la sudadera, es mía. No seas pervertida. Esto no está funcionando y tengo que salir cuanto antes, así que damela, tu usa esta. —Demandó.

— ¡No! —Me apresuré a decir cruzando sobre mi pecho. — No puedo. Ha Neul debe tener ropa extra. —Y mientras hablaba, me arrodillé en el suelo para buscar en el bolso algo que me pudiera salvar en ese momento.

¡Bingo!

A escena salieron dos camisas de colores llamativos con estampados de palmeras. Mi rostro se iluminó por completa, a diferencia de Yoon Gi, que por su expresión parecía como si lo hubieran golpeado en sus partes bajas.

— No usaré eso. —Dijo antes que pudiera hablar.

— ¡Claro que si! Es la única opción que tenemos, tu usas esto, sales y yo conservo mi trabajo. —Dije con una amplia sonrisa. — No me haga las cosas difíciles.

— No lo haré. Son horribles... —Agregó cruzándose de brazos.

— ¡Yoon Gi! —Chillé. En ese momento, tocaron la puerta del baño.

— ¿Todo está bien? ¿Yoon Gi? —Ahora el Manager Kim parecía impaciente.

— Si, saldré en un momento. —Murmuró sin apartar la mirada de mí.

Esperamos un momento hasta que escuchamos la puerta de la entrada cerrarse cuando el Manager salió de la sala.

— Ponte esta camisa. —Se la tendí pero él volvió a negarse. — ¡Hazlo!

— No saldremos de este baño hasta que me des esa sudadera que llevas puesta. Si quieres, usa esa de palmeras. Yo no lo haré. ¿Prefieres darmela voluntariamente o harás que te la quite?

— No te atreverías. —Volví a retroceder pegando mi espalda a la puerta.

— No debiste decir eso. —Y sus palabras fueron como si de un reto se tratara.

Aquella oscura y traviesa mirada hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo, uno que me hizo reaccionar a defensiva en cuanto él avanzó hacia mí. Rápidamente me di la vuelta colocando mis manos en la cerradura de la puerta para salir del baño, pero sus brazos se envolvieron en torno a mi cintura apartandome de un solo tirón. Yoon Gi estaba demente si creía que por un momento iba a dejar que prácticamente me desnudara en el baño, a este paso, por mis bruscos movimientos terminaría golpeándolo en el rostro o quien sabe donde.

— ¡Suéltame, Yoon Gi! Esto no es parte de mi contrato, maldición... ¿Qué demonios crees que estás haciendo? ¡Ya! —Chillaba removiéndome entre sus brazos, mientras sentía como una de sus manos se deslizaba hasta mis muslos donde terminaba la sudadera.

— ¡Eres mi asistente, para eso te pagan! —Murmuró en mi oído. Podía sentir como su respiración se aceleraba al mismo tiempo que la mía frente esa lucha de forcejeos. — Si no me das esa sudadera no podré salir al escenario, y si yo no salgo, tú serás despedida. ¿No puedes sacrificarte al menos una sola vez? ¡Vamos, Abril! ¿Es tan difícil para ti quitarte la ropa?

— ¡Pues claro que sí! —Dije ofendida golpeándolo en los brazos para que me soltara. — Estás loco si piensas que voy a quitarme la ropa frente a ti.

Él soltó un bufido y aproveché aquel pequeño instante para pisar uno de sus pies. Instantáneamente sus brazos alojaron su agarre permitiendo que me escapara. Me giré en dirección hacia él para enfrentarlo, furiosa, sin importarme que estuviera quejándose del dolor.

— ¡Mira, Min Yoon Gi! Te lo advierto, desde este momento tienes absolutamente prohibido tocarme, acercarte, mirarme o lo que sea que cruce por tu pervertida mente. — Amenacé apuntándole con el dedo índice. — Soy tu asistente, trabajo para ti, pero eso no te da el derecho a que intentes quitarme la ropa cuando quieras. Voy a demandarte por acoso si lo intentas de nuevo. —De verdad que estaba furiosa, pero al parecer mi enojo le era irrelevante pues su mirada se había concentrado en algo más.

Somos una mentira | Min Yoon GiWhere stories live. Discover now