Capítulo 30

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Maddison

Ya era lunes, y habíamos regresado a la civilización.

No teníamos clases, ya que habíamos regresado a eso de las 9 AM. Y nos habían otorgado el día libre para descansar y recuperar energías, lo cual era genial.

Y lo más emocionante de todo, ¡es que Dabria se quedará unos días con nosotros!
Nuestros padres le ofrecieron alojamiento de inmediato, a lo que ella no se negó. Se quedaría en la misma habitación que yo, ya que hay espacio como para 5 personas, literalmente.

Ya era mediodía, y todos nos encontrábamos en el patio trasero de la casa, almorzando. A excepción de mis padres, ellos estaban trabajando.

—¡Esto está delicioso! ¡Cocinas fenomenal, Chase! —comenta Dabria, lamiendo sus dedos con salsa. —Deberías abrir un restaurante.

—Gracias. —responde él con orgullo. —Espero poder hacerlo algún día.

—A veces se le pasa la mano y quema la comida. —inquiere Aaron, con burla. —Pero son detalles.

—Oh, miren quién revivió. —salta Taylor, con gracia.—¿Ya se te pasó la locura? —le pregunta a Aaron.

—No empieces. —sentencia él.

—No busques pleito, Taylor. —le dice Matt.

—Solo hice un comentario. —se defiende ella, y se lleva el tenedor cargado de espaguetis a la boca.

—Un comentario que no viene al caso, estábamos bien. —sigue Matt.

—Ya, ya. Tampoco es para tanto. —interrumpo yo.

—¡Mejor hablemos de su equipo! —propone Dabria. —Me enteré que está por comenzar la temporada y vendrán equipos de otros estados para competir. —dice con una sonrisa.

—Así es. Esta semana vamos a estar entrenando todos los días. —explica Chase.

—El fin de semana que viene arranca la competición. —habla Ethan.

—¡Genial! Vendré a verlos. —avisa su prima.

—Sería muy bueno tener todo el apoyo posible. —inquiere Chase.—Es bueno contar con todos.

—¡Claro! ¡Todos vendremos a apoyarlos! —exclama Dabria con una sonrisa.

El móvil de Ethan vibra a mi lado y le echo una rápida mirada a la pantalla. No distingo bien el nombre pero me pareció leer "Camelia".

Los demás continúan conversando sobre el equipo, como si nada.

Ethan toma su móvil y lee el mensaje. Frunce su ceño y suspira.
Yo sigo cada uno de sus movimientos, en busca de algún comportamiento extraño.

Él teclea algo, y deja el móvil a un lado.

—¿Todo bien? —le pregunto en voz baja.

—Sí. No era nada importante. —responde, con calma.

Espero que la visión me haya fallado, porque de lo contrario, no logro comprender por qué le escribe.

—¡Mejor hay que aprovechar la piscina y el hermoso día que la vida nos ha regalado! —exclama Aaron, mientras se pone de pie.

Todos copian su acción y se meten al agua.

Yo me excuso con ir al baño, y entro a la casa.
El timbre suena, así que voy y abro la puerta principal.

—¡Hola! —exclama Camelia con alegría.

Trae un sombrero veraniego sobre su cabeza, y un bolso playero. Su vestimenta consiste en un short de jean y una blusa holgada, y unos tacones altos.

New Player ©Where stories live. Discover now