Maddison
Bajo las escaleras mientras ato mi cabello en un flojo rodete.
La cena estaba lista, y esta noche mis padres se encontraban aquí. ¡Al fin! Muchas veces cenaba junto a los chicos, ya que mis padres trabajaban hasta tarde y muy pocas veces cenábamos juntos.
Llego a la cocina y estaban todos: mis padres, mis hermanos, Ethan, Taylor e incluso Amanda.
Tomo asiento junto a Matt y noto la mirada de Ethan sobre mí. Lo observo de reojo y suspiro. No comprendo su comportamiento, es decir, yo no le dice nada. Y, sin embargo, esta mañana en la Universidad me trató de una manera... ¿distante?
—¿Como te está yendo en la Universidad, Ethan? —le pregunta mi madre, con dulzura.—¿Te gusta el entorno?
—Todo es nuevo para mí, pero me estoy logrando integrar en el equipo. Y las personas que he conocido, hasta ahora, son muy amables conmigo. —le responde él, con tranquilidad.
—Qué bueno es oír eso. Ya sabes que si algo sucede puedes decírmelo.—le informa mi madre de inmediato. —Lo único que queremos es que estés cómodo aquí. Además, si tus padres desean visitarte, son bienvenidos.
—Gracias.—le agradece.
Mi madre le sonríe cálidamente y le da un sorbo a su jugo.
—Oh, por cierto... Me enteré que Alex Rushell volvió. —comenta mi madre, y Ethan clava sus ojos en los míos.
—Así es, mamá. —concuerda Aaron.—De hecho, anoche en la fiesta lo vimos. —dice.
Yo frunzo el ceño en dirección a Ethan y él rueda los ojos. Desvía su mirada y se concentra en la cena.
—¿Está en la Universidad? —habla ésta vez mi padre.
—Así parece. —contesto.
—Espero verlo pronto. Pueden invitarlo a la casa.—opina mi padre.
—Mañana vendrá. Se ha mudado a unas cuadras de aquí. —informa Chase.
—¡Eso es magnífico! —mi madre chilla de alegría.
Siempre le agradó Alex y su familia. Recuerdo que cada domingo venían a almorzar con nosotros.
—Matt, ¿por qué Megan no vino? —cuestiona mi madre con calma.
Matt levanta la vista y tuerce su boca en señal de incomodidad.
—Ella y yo hemos terminado. No vendrá nunca más a esta casa.—sentencia con seriedad en su rostro.
Taylor comienza a toser a un lado de Matt y se abanica el rostro con la mano.
—¡Taylor! —exclama mi madre mientras se pone de pie.
Matt golpea levemente la espalda de mi amiga para calmarla.
Yo le acerco el vaso con agua y ella da pequeños sorbos.
E
l tono rojizo en su rostro va desapareciendo poco a poco. Cuando logra calmarse, se lleva una mano al pecho mientras carraspea unas cuantas veces.
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قصص المراهقينA veces convivir con nuestros hermanos, bajo el mismo techo, puede ser muy complicado. Y Maddison Dallas lo sabe perfectamente. Ella pensaba que su vida ya no podía ir peor. Pues soportar las 24 horas del día a sus tres hermanos: Aaron, Matt y Chase...
