Capítulo XVII (Parte 2)

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  Desperté y noté que aún seguíamos en clase, revisé el celular y ya casi eran las diez. Ignoré ese sueño, yo me encontraba perfectamente bien sin Jefferson.

Finalmente pudimos salir del aula y me dirigí al Gran Árbol.

-Detente ahí Beth.-Esa era la voz de Leo, quien me cubría los ojos con sus manos y me hacía caminar hacia lo desconocido.

-¿Qué haces?

-Guiándote a tu sorpresa.

-¿Sorpresa?-Me descubrió los ojos.

-¡Feliz cumpleaños!-Las chicas y los muchachos me habían traído una pequeña torta y varios regalos.

Y entonces recordé lo que dijeron.

-Oh por Dios, ¡lo había olvidado!-Exclamé y ellos rieron. Leo me tomó de la mano.

-Pues... es comprensible. Has estado estudiando toda la semana y hoy es tu día libre: No iras a trabajar, ya yo hablé con tu jefe e invité a Elliot y a Tina.-Me habían dejado anonada pero también me extrañó algo que no tenía que ver con ellos.

-Vaya, gracias chicos, realmente lo aprecio.-Me abrazaron y luego repartieron la torta. Leo me susurró que el regalo me lo daría más tarde.

Después del almuerzo, Leo me dejó en casa y me dijo:

-Disculpa si ves algo diferente en tu casa.-Y me dejó con la palabra en la boca.

Entré algo asustada por su comentario y vi en el suelo unas flechas que indicaban que me dirigiera a la cocina. Al entrar, vi un pequeño cupcake con una nota que me pedía que la comiera. La saqué de su envoltorio y había otra nota:

"Al terminar, pregúntate qué es grande, cuadrado y se puede jugar de dos jugadores con una pelota."

Salí al patio mientras me comía el dulce y vi que en la mesa de ping había otra nota.

"Me ganaste 10 a 1 una vez, ¿cómo me vengué?"

Entré y fui a la sala, donde tenía mi cajón de videojuegos, y saqué el de Mario Kart.

"Te vestiste como una de ellas una vez para Halloween y esta noche deslumbrarás. Sube."

Corrí a mi habitación y en la puerta había una nota.

"No quise invadir la privacidad de tu cuarto, así que ve por algo de aire. Pero desde atrás."

¿Desde atrás? Lo pensé unos segundos y bajé lentamente las escaleras, esperando otra nota o alguien pero terminé yendo al patio. Ahí estaba él.

Sonrió y le devolví el gesto. Apenas me di cuenta que él tenía un vestido en su mano.

-Me acuerdo de lo mucho que querías este vestido.-Me acerqué y lo agarré, detallándolo: Era un vestido azul a media pierna de un solo hombro, cuyo borde era plateado.

-Así que... -Lo miré a los ojos.- ¿Una princesa?

-Eso es lo que tú eres, Beth.-Me besó.

-Sí Leo, me lo pondré esta noche.-Sonrió.

-¿Tienes clases más tarde? –Asentí.- Entonces te veo a la noche.

Lo acompañé hasta la puerta y nos despedimos. Cuando se fue, subí al cuarto y dejé el vestido en el sofá de la ventana, decidí darme una ducha. Estuve diez minutos adentro pensando si debería llamarlo o esperar a que él me mandara un mensaje. Al salir utilicé la primera opción.

-¿Diga?

-Hola Jefferson, feliz cumpleaños.-Hubo un breve silencio.

-Hey Elizabeth, feliz cumpleaños. ¿Cómo estás? No vi tu nombre.-Escuché unas voces atrás.

16: La vida de Elizabeth Collins y Jefferson StanHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin