40. Soledad

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-¿Dejaste la casa? ¿Lo dejaste a él y i siquiera le avisaste?-

-Si, soy una mierda.

Luke le observaba sin creerlo.

-Es que... No quiero verlos lastimados. No es bueno que huyas, por que no lo puedes hacer por siempre. No creo que sea lo mejor, Anna.

-No, ya lo sé. ¿Pero no puedes agradecer que al menos nadie en la prensa lo sabe y que gracias a que tiene muchas presentaciones y cosas en las que ocuparse, nadie notará que no estamos juntos por que la separación geográfica es inevitable?-

-No me hace gracia.- El rubio comió otro bocado de la crepa que tenía en el plato, sentado en la cocina del apartamento de la mujer.

-Yo sé que no, a mi tampoco, pero es lo mejor.-

-No creo que Tom lo piense así... Y yo sé que mi amigo es un tonto, de verdad. Pero me duele lo que han pasado y...-

-Y no fuimos lo suficientemente fuertes, y nos fallamos y nos desilusionamos. Y no es justo para ninguno.

-Lo entiendo, de verdad que sí, pero sabes que te va a buscar. Y te va a encontrar incluso si nadie le dice nada. Es cuestión de un par de días por mucho, no es que haya muchos los gares para que estés si sigues en Londres y tampoco quiere decir que te vayas. Ahora tienes una vida Anna y también es justo que seas feliz.-

-Si, y no te preocupes, no haremos escándalo, puede pasar al edificio y dentro del Spa, nadie sabrá que esto sucedió y menos el por que. Hasta que tú lo digas.

-Creo que debemos esperar y obviamente ambos tener cuidado de con quien los ven...-

-No soy tonta.

-No dije eso, pero lo que menos quiero es que terminen haciendo un circo de sus vidas, linda. -


Y si, Anna apenas había regresado del Spa al apartamento dos días después, cuando la puerta sonó con algo de impaciencia y claro aunque los mensajes y llamadas habían cesado el día anterior, al abrir la puerta, su cabello largo y su barba, sus lentes puestos y las llaves en su mano, casi se sintió como DejaVú.

Por un momento, ambos quedaron en silencio.

Anna se apartó de la puerta por fin y Tom entró detrás de ella y de nuevo el silencio los envolvió.

-Necesito cambiarme, voy llegando de trabajar...-

-Lo sé, te esperé en el auto a que llegaras...-

Lo dejó en la sala y entró en su habitación para cambiarse el vestido ajustado por unos jeans azules, un sweter negro y los Vans rojos que hacía tanto no usaba.

Salió a la estancia donde Tom estaba sentado en el respaldo del sofá y soltó su cabello del moño donde lo llevaba y este calló en largas ondas alrededor de su rostro y esa imagen le resultaba aún más dolorosa al actor.

-No me había dado cuenta de lo largo de tu cabello...-

-Y está mojado aún, lo até sin secarlo...-

-Nunca lo haces.

Se sonrieron por un momento, como congelados en el tiempo, como si los años no hubieran pasado. Dos años ya desde que se habían conocido.

-Sólo, vine a despedirme, no... no me diste la oportunidad.- Se ajustaba los anteojos con frecuencia, aunque no hubiera necesidad.

-Creí que era lo mejor, Tom.-

-Si, llevas un tiempo haciendo lo que crees mejor para los demás sin pensar si es así en verdad o no.- No pretendía decirlo de tal manera pero se sentía tan traicionado, la amargura lo consumía desde lo que parecía ser demasiado tiempo.

Never let me go. FINALIZADA (Tom Hiddleston Fanfic)Where stories live. Discover now