Never let me go. FINALIZADA (Tom Hiddleston Fanfic)

5. Hello México.

Cuando la plaza rugió el británico se dio cuenta de que la descripción de los europeos acerca de los latinos estaba acertada en algo: Efusivos, cálidos y entregados.

En Korea había vivido algo similar, pero no se comparaba. Cantaron y lo recibieron con muestras y muestras de aprecio y admiración.

El cuadro fue fantástico y el sombrero increíble, la presentadora dijo que el pueblo mexicano lo amaba y el estallido de gritos fue aún mayor. Tardó bastante tiempo en dar la vuelta y atenderlos como se merecían pero no iba a dejarlos tirados o hacerles un desplante, los medios también fueron muy amables y cuando se acercaba el final fue cuando los conoció.

Nunca se imaginó que alguien llevara un bebé a una alfombra roja y menos una chica joven con otro pequeño de apenas unos seis años; primero supuso que era su hermana o incluso su tia... Soportar lo que el conocía muy bien: Apretones, cansancio, incluso golpes... Y con dos menores era arriesgado y para él, un halago muy especial.

-¡Hola Tom!- la voz del pequeño que le llamó y su sonrisa se amplió.

-¡Hola!- Después del saludo, lo cierto es que su español estaba muy oxidado. -Te ves genial.-

Estaban bien acomodados y resguardados, aunque podía ver que a ella la estaban sofocando. Era una chica de estatura promedio sonrisa suave y ojos grandes, oscuros y bellos. Era muy linda, había visto muchas chicas bellas entre las fans mexicanas pero la nostalgia con la que le habló... Lo desarmó.

"Eres para nosotros, la alegría en medio de la tristeza." Había dicho.

Cada palabra entró en su mente y le movió una fibra muy dentro de su ser.

Todos pedían, gritaban. Menos ellos que parecían estar muy tranquilos, no pidieron foto aunque el pequeño "Mini Loki" le extendió un ejemplar de GQ UK y con gusto lo firmó. El staff le pedía continuar y así lo hizo.
El pequeño entusiasmado, mostraba su traje de Loki y orgulloso abrazaba la revista y sonreía sin dejar de dar las gracias.

Él estaba simplemente impactado. Apenas y pudo responderle, tenía que seguir pero ellos habían dejado una marca en él. Se despidió brevemente y cuando caminaba terminando de firmar llamó a la chica del staff asignado por la agencia para la visita.

La chica frunció el ceño un poco, cuando escuchó lo que le pedía, pensó que tal vez no le había entendido hasta que ella preguntó: "Are you sure?", claro que lo estaba y ella asintió.

El ambiente fue fantástico, se despidió de los fans con una sonrisa de oreja a oreja. Apenas hubo bajado las escaleras buscó a su asistente temporal, ella asintió para confirmar que se dirigía a cumplir con su petición. El británico se encaminó hacia la camioneta negra en la que había llegado y que lo llevaría de regreso hasta el hotel y esperó pacientemente. Cuando la mujer volvió a bajar por las escaleras eléctricas él buscó con la mirada la respuesta a lo que ella apresuró el paso y llegó hasta él pero negó con la cabeza y él suspiró algo decepcionado. Esperaron el tiempo recomendado para que el alboroto bajara. La agencia y su contacto en México le había reservado una cena y le había dado a escoger restaurante; para ahorrar tiempo había optado por uno en la misma Plaza y que se veía bastante bien, "El Bajío". Según las referencias, servía comida típica nacional y ahora ya estaba hambriento.

Brie también había sido invitada pero había declinado la misma para tomar el vuelo más pronto y regresar a L.A.

Cuando pudo volver a subir por las escaleras eléctricas en el lugar había apenas había un pas de mesas ocupadas y no parecieron notar de quién se trataba.
La comida estuvo deliciosa. Escribió a Luke para decirle querido había salido bien.

Al salir del restaurante ya era casi media noche. Pasó por el lugar donde había visto a la familia y de nuevo pensó en ellos. Había sido un momento muy lindo.
Bajaron al estacionamiento, los guardias le abrieron la portezuela para subir, se acomodó en su asiento y cuando el chofer pidió autorización para retirarse apenas y pudo responder afirmativamente.

Cuando se encaminaban a la salida cerró la ventanilla polarizada y pensó que no habían tomado una foto con ellos.

El staff abordó la primera camioneta seguida de la seguridad. La propia y el segundo grupo de activos para su resguardo salieron detrás. Iba a observar por la ventana al salir del subterráneo cuando vio aquella escena.

No pudo evitar sonreír.

-Deténgase por favor.- Casi había gritado, y se disculpó de inmediato. -Lo siento. Espere por favor.- El chofer gracias a Dios hablaba inglés y obedeció de inmediato.
-¿Pasó algo señor...? ¡No puede abrir la ventanilla!-
Pero ya era tarde, ya estaba mirando a las personas que había mandado buscar.

-Hola.- Se veían asombrados o incluso asustados.
La respuesta del pequeño Loki le hizo reír. Sabía que podía hablarles en inglés y que al menos la chica entendería bastante bien y es que no sabía cómo preguntar aquello en español.

-Pensé que se habían ido ya. ¿Dónde estaban?-
De la camioneta que le seguía bajaron los elementos de seguridad alarmados pero él los tranquilizó. Ya había abierto la portezuela incluso.

-Ammm... Estábamos viendo la película, tu película... La...-

Parecía muy confundida en realidad y se empezó a asustar de verdad cuando los guardias los rodearon.
Él bajó del automóvil y le sonrió y ofreció su mano.

-Genial. Pero es tarde, ¿Vienen solos? No te preocupes, solo nos están cuidando.- añadió señalando con la mirada a los hombres. Ella asintió suavemente y observó la mano que le tendía. El niño fue el primero en tomarla.

-Ehehehe ¿Lionardo, cierto?-

-LEonardo- Aclaró el pequeño y el actor rió de nuevo, el británico asintió y el chico se abrazó a su cadera. Su corazón dio un pequeño salto de emoción.

-Señor, por favor, necesitamos llevarlo a...- El chofer debía seguir órdenes y un itinerario de seguridad.

-Los llevaremos a casa.- Su afirmación dejó a todos boquiabiertos. En especial a Anna. -¿Que dices? Me dejas que los acompañe, es mas de media noche y no puedo dejarte con dos niños pequeños sola. No estaría tranquilo, ¿me ayudas, Anna?- Por segunda ocasión en la noche le tendió una mano a la joven madre que lo miraba sin poder creerlo.