23. Necesidades

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Anna:

Me siento mareada. Éste hombre me marea.

Sus labios delgados y suaves, sus dedos largos que me acarician las mejillas y la cintura simultáneamente me tienen a punto de estallar en combustión espontánea.

Me doy permiso a mi misma de aceptar que lo he extrañado como loca aunque suene muy estúpido, por que, para ser sincera, no lo conozco de nada, ni he pasado más de 72 horas con él.

Pero no me importa. Yo lo quiero. Aunque suene ilógico.

Me merezco un premio, de verdad, por no ser una loca maniática que lo acosa u hostiga hasta conseguir algo, por no contarle a nadie nada de él, por ser buena y fiel a un hombre que ni me lo pidió, pero en fin. Y mi premio es que me voy a comer a mi ídolo, al hombre más jodidamente perfecto en el planeta tierra, ahora mismo antes de que me empiece el sentimiento de moralidad y culpa y cualquier pendejada que se me cruza siempre.

Aunque en mi mente  resuena una pregunta: ¿Cómo carajo llegó aquí?

No sé ni me importa, al menos no ahora.

Le enredo los dedos en el cabello que ya empieza a crecer un poco más, tiro de ellos suavemente y siento sus manos recorrer libremente mi cuerpo mientras ahoga un gruñido en mi boca. Su lengua toma todo lo que tengo para ofrecer, mis dientes aprisionándola al igual que sus labios para dejarlos henchidos.

Me abraza con fuerza, mucha, tanta que me  duelen las costillas, pero no me quejo, me libero de su beso para mordisquear la barba que ya le ya crecido, bajo por su cuello que me fascina, tan blanco y suave, huele delicioso, a él. No me importa si le dejo marcas, aunque no lo muerdo tan fuerte, tiro del lóbulo de la oreja y las palmas de sus manos se estrellan en la puerta detrás de mi.

Lo escucho gemir y sé que di en el blanco, el cuello es su lugar sensible, pero el lado izquierdo lo es aún más.

Creo que se está tratando de controlar y sé que Luke y los demás están a nada de llegar, pero no puedo parar. Introduzco mis manos en su pantalón sin desabotonar, me cuesta trabajo pero lo único que quiero es saber que tan caliente está.

Y lo sé, está hirviendo y tan duro, que se me hace agua la boca. Levanto la mirada para observarlo: tiene la frente en la mía y los ojos cerrados con fuerza, su boca entreabierta y con la lengua se humedece los labios.

De un tirón abro el pantalón al tiempo que propino un lengüetazo a su boca. Abre los ojos, sorprendido, veo esos hermosos iris azules y sé que me debo a mi y a él decirle la verdad.

-Te extrañé...- Apenas y reconozco mi voz. Suena áspera, enronquecida por el deseo. -...mucho.-

Creo que va a contestar, pero no quiero oír disculpas, explicaciones ni romper éste momento. Mi momento.

Así que sin mediar palabra, libero su erección de la tela que lo cubre y puedo jurar que mis pantys, limpias, están empapadas.

Me lo llevo a la boca, con velocidad y dificultad, por que la verdad es que no me cabe todo a la primera. Pero el gemido, aún mas alto que los anteriores, que emite Tom me alienta. Lo veo apretar las manos en puños sobre la puerta y recargar su frente en la misma, cierra los ojos de nuevo, con fuerza, y su cadera se mueve buscando mi boca.

-Anna...- Murmura suavemente, apenas audible. -Mmmm...-

Me concentró en él, en sus gestos, en su boca abierta que emite los sonidos más excitantes en la vida. Su respiración entrecortada, el vaivén de sus movimientos que parecen desear follarme la garganta. Trato de abarcar tanto como me sea posible de su cálida carne con los labios y la lengua, aún así, tengo que ayudarme con las manos para estimular la base y los testículos.

Never let me go. FINALIZADA (Tom Hiddleston Fanfic)On viuen les histories. Descobreix ara