9. Tal vez.

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Era estimulante el mensajear con Anna. Para todo siempre tenía una respuesta. La adecuada: cariñosa, preocupada, graciosa, sarcástica incluso... Hasta se burló de su participación con Jimmy Kimmel, bueno, del fallido intento de cantar en español la misma canción que cantaran en la Premiere en México.

Si, no fue muy bueno.

La diferencia de horario era poca mientras estuviera en EU, que sólo fueron un par de días más. Pero todo aquello fue algo tan nuevo y maravilloso que ni siquiera llegaba a explicarse él mismo.

Se debatía entre saludarla al despertar o esperar o hacerlo un día después... Pero no quería perder el tiempo. Y era lo correcto, así se sentía al desearle un lindo día y recibir una linda foto de Leonardo y María desayunando, sentados en lo que parecía una barra desayunador, él con un uniforme escolar y la pequeña con una pijama aún. Y su corazón, como el del Grinch, creció un poco más.

A: "Casi listos. ¿Gustas acompañarnos? :) que tengas un excelente día también. Besos de los tres."

T: "Faltas en la foto... Si quiero, por favor"

A: "No me gustan las fotos. Pero te guardamos un lugar para cuando desees."

Iba a preguntar por qué no le gustaban, pero se lo imaginó. Aquella chica necesitaba escuchar mucho cuan bella era.

Así transcurrieron los días hasta el viernes cuando por fin tomaría su ansiado vuelo. Había ido de NY a LA y de regreso y ahora estaba ahí, dormitando en el avión, llegaría muy temprano y aunque le gustaría dormir, era mejor ajustarse al horario. Decidió que dormir le sentaría bien y después de beber una taza de té, se abandonó a los brazos de Morfeo.

***

La mañana del viernes comenzó rápidamente para Anna, como todos los días de escuela. Se levantó a lavar sus dientes y a tocar en la puerta de Leonardo para despertarlo, aunque no se levantaba hasta la tercera llamada.

Poco a poco había asumido su rol de madre sola, y después de todo el drama acontecido, ahora lo veía como algo necesario. Ya no echaba de menos el calor del cuerpo a su lado, ni el abrazo inconsciente que te da en la noche... Por que se dio cuenta que, al saber la verdad, aquellos gestos sólo hacían daño.

-Cuanta madurez, Anna...- Se dijo a si misma mientras ponía el agua para el café a calentar y preparaba la mezcla para los panqueques y algo de jugo.

Cuando estuvo lista, la tapó y subió a dar la segunda llamada en la puerta del niño. María ya se escuchaba en el monitor: balbuceava y se movía por lo que Anna apuró el paso; entró al vestidor y buscó los jeans, un sweter de punto color melocotón y sus keds del mismo color. Amarró su cabello oscuro en un desprolijo moño alto y corrió por su hija. Las siete en punto.

Cambió el pañal de la noche y le llevó en brazos hasta la silla que le correspondía en el desayunador y la ató bien a ella.

El agua estaba lista y comenzó con los panqueques. Sirvió leche en el biberón a María cuando el timbre sonó.

***

Never let me go. FINALIZADA (Tom Hiddleston Fanfic)Where stories live. Discover now