Anna:
A mediados de Julio mi estrés aumenta. Hay muchísimo trabajo y eso significa cansancio, físico y emocional.
Mis jefes están muy contentos con mi desempeñó. Y con las ventas de servicios y productos. Es algo que no me cuesta trabajo, comprender al cliente, recomendarle lo que más le gustaría según mi apreciación y tratarle de la mejor manera para que desee regresar.
Me ha ido bien en cuanto a comisiones y propina, pude hacer el súper como Dios manda y ahorrar algo para las cosas de la escuela de Leo.
Pero mis compañeros no muy bien.
Apenas y me habla una de ellas, Daphne. Es una pelirroja muy simpática, alta y delgada, con pecas en su nariz y sus mejillas y ojos azules. Es irlandesa, y cuando le conté que Michael no es sólo mi cliente sino mi amigo y que conocí Kerry y Killarney con él, ella comenzó a contarme acerca de su hogar en Dublín y yo de México... Hasta que nos dimos cuenta que se nos había pasado la hora de comer en hablar y no comimos nada aquella vez.
Daphne dice que los demás están celosos, por los clientes que ahora prefieren masajes nuevos conmigo, por los famosos que vienen a servicio únicamente con "la nueva"...
Tom va y viene entre su trabajo y su casa. Según él se tomaría un tiempo lejos, pero creo que se refería a no tomar proyectos que impliquen salir del país, por que sigue trabajando.
Los días que se queda a dormir trae el guión de la obra de teatro que está ensayando y se sienta en la cama a leer, con sus lentes puestos, una playera gris y el pantalón de la pijama que dejó aquí. Tiene el cabello ligeramente más largo, y algo de barba que no se ha retirado y que me encanta acariciar.
A veces me detengo en la puerta de la habitación y lo observo ahí, en mis sábanas, estudiando... Y su mirada cuando se da cuenta de que lo espío casi hace que me desmaye, su voz me eriza la piel pero cuando se retira los lentes y los coloca en la mesa de a lado y me invita a sentarme a su lado no me resisto, obedezco mansamente y me deshago en besos suaves por todo su cuello y su barba, que él me devuelve suavemente...
Otras, despierto en la madrugada, a ver a mis hijos dormir y el aroma de Tom me hace pensar que esto es demasiado bueno para mi. Y me asusta.
-¿Y cuándo te vas?- Pregunto al hacer el desayuno el miércoles. Los niños duermen (gracias a Odín) y Tom acaba de regresar de correr, está todo sudado y sonríe de esa manera tan bella que sólo él puede mientras se acerca a mi y me besa en el cuello.
-Te dejé una pequeña marca aquí...- Repite el beso y deja el móvil en la mesa. Lo observo sorprendida, obviamente no me di cuenta que me dejó una marca purpura y roja anoche. -El sábado, el panel es el domingo así que me voy con tiempo, pero regreso pronto...- Me guiña un ojo y toma una manzana de la cesta en medio de la mesa.
-Con razón me dolía, y no es el único,¿cierto?, me duele mi espalda y mi trasero... Me voy a revisar al bañarme.- niego con la cabeza y trato de parecer enojada, pero fallo estrepitosamente. -Está bien. ¿Vas a irte a tú casa hoy y arreglar todo?-
-Pensaba más bien en que después del trabajo bañes a los niños, se abriguen bien por que está lloviendo y pase por ustedes para ir a cenar con unos amigos.-
¿EH?
Creo que mi cara expresa mi confusión por que se acerca y él termina de cocinar.
-Es el cumpleaños de Ben, mi amigo y su esposa nos invitó...-
-Tiempo.- No. No entiendo. -¿Ben? ¿Nos? Nah, explícame por favor.-
Apaga la lumbre. -Huele muy bien cariño, me encanta desayunar contigo...- Sé que se hace el gracioso y le arrojo una servilleta. -Ben, Benedict, su esposa, Sophie y si, nos invitó. Le dije que tengo novia y ella dijo que te llevara...-
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Never let me go. FINALIZADA (Tom Hiddleston Fanfic)
RomancePerdonar. Olvidar. Ser feliz. ¿Se puede después de años de inseguridad y desamor? Cuando Anna cree que no vale nada, dos hombres le enseñan que es mucho más de lo que cree. La vida le ofrece la felicidad pero debe elegir... y cuando cree haber...