Final

3.4K 241 66
                                    

Años después.

Odinson se encontraba en la cama encima de aquel cuerpo esbelto más bien entre sus largas piernas mientras le llenaba de mordiscos, al igual a un manjar saboreaba su piel y le entregaba todo su amor en caricias o en un placer desmedido...No se saciaba aun después de haber hecho el amor miles de veces, en todas las posiciones y lugares existentes, nunca se cansaba de su amada reina.

La noche era para estar juntos con la pasión de la luna llena, en la mañana trabajaban y en la tarde pasaban tiempo con sus hijos, al mismo tiempo debían entrenar a los nuevos grupos de guerreros. Así dividían el trabajo y la diversión, aunque solían tener encuentros fortuitos así variaban para mantener la llama de la pasión encendida la cual a veces se perdía con tanto trabajo.

La más juguetona del reino salió de la cama, poniéndose una bata cuidadosamente para irse al baño; lo malo es que termino dejando al tronador encendido, con ganas de continuar con la lujuriosa actividad. ¡Nunca se deja a un esposo caliente en la cama!

Ella puso sus manos en la cintura y se volvió al tronador- Es hora de ir a trabajar. ¿Qué esperas?

El rey se quedó observándola libidinosamente y al percatarse de eso la hechicera lo reprendió-Thor, deja de mirarme así.

-Como si te hiciera mía con solo mirarte, si bien en mis fantasías cuando te observo haces muchas cosas y yo te hago otras más... Me gustaría comerte a besos en este momento -Se burló siendo descarado al respecto.

-Quedamos en hacer realidad todas nuestras fantasías por tontas que fueran-guiño coquetamente.

-Entonces ven aquí, lengua de plata y satisface mis fantasías más sórdidas- Dijo sensualmente el tronador.

El lujurioso no se quedó con el apetito voraz; le agarro para tirarla sobre la cama y puso sus brazos arriba, sujetándola con fuerza de las muñecas asimismo aplasto su cuerpo con excitación, el peso abatía a la jotun y luego siguió dándole pequeños besos por su cuello, bajaba un poco más tal como abría su boca al probar la fruta del pecado mismo- ¡Quiero más! ¡Te quiero a ti! ¡Deseo todo de ti!

-Nunca te cansas, en la noche proseguimos ¡Es que no me dejas dormir y ahora tampoco trabajar! - replico mordiéndose el labio, intentando controlar esos sonidos que salían de su boca cuando aquellos dientes mordían su pecho o la lengua recorría su abdomen hasta sus partes más íntimas mientras las manos seguían por su espalda y cabello.

Tenían muchos deberes como los reyes de Asgard y el tronador solamente quería que estuvieran en la cama todo el día haciendo el amor o en ese romance demasiado empalagoso.

-Es que te amo tanto que las palabras son pocas para expresarte todo lo que siento- dijo sin soltar su agarre, no la dejaría ir hasta que tuviese lo que quería.

-Thor- gimió de repente cuando el tronador siguió seduciéndole de formas placenteras ¡Vaya que ese hombre sabía lo que hacía con su cuerpo o con su boca traviesa!
Se dejó llevar por aquella pasión que quemaba, nunca era capaz de rechazar al tronador simplemente se rendía a él, todo su cuerpo deseaba ser tocado, besado o consentido por el rey.

Loki cayo rendida en su pecho posteriormente de que Thor terminara de arrasar con todo igual a un trueno en la cama era un master ¡Tan perfecto! Un amante febril...Un amante complaciente igual a un bien dotado espécimen sediento de contacto.

En la mañana aquel vigoroso hombre tenía más energía y dependiendo del estado de ánimo solía ser rudo o tierno con ella. Si estaba enojado intentaba desquitar su furia en la sexualidad, usaba palabras bruscas además le daba órdenes como un mandamás, no se contenía y usaba toda su fuerza en cada envestida o en el agarre poderoso de guerrero haciéndola gritar tan fuerte de placer que seguro afuera escuchaban sus gemidos, había muchos truenos; pese a esa brusquedad que rompería a una mortal normal, él nunca le lastimaba hasta tenían una palabra clave cuando resultaba ser demasiado rudo, uno de los dos se detenía si escuchaba esa señal. Al contrario, otros días era realmente cuidadoso y tierno, cada caricia o beso resultaba tan dulce o suave y se tomaba su tiempo.... Posiblemente le gustaba las dos maneras de ser del tronador. De todas formas, él se preocupaba por hacerla feliz y ella también tenía sus manías extrañas, le agradaba ser traviesa o hacerle enojar; por suerte el rubio se prestaba a hacer todo lo que ella quisiera, cumplía todos sus deseos por absurdos que fueran.

Consorte del rey • Thorki •Where stories live. Discover now