Consorte del rey • Thorki •

Capítulo 12

Tú sabes que cuando te odio, es porque te amo hasta el punto de la pasión que desquicia mi alma. (Julie de Lespinasse)

Ikol emergió a enfrentar su realidad que era para ella agobiante, frustrante, tan gris y triste como si todas sus esperanzas empezaran a morir con ese casamiento, era caer en ese foso oscuro de la desesperación.

Caminaba erguida, tensa tal si fuese a ir a la horca o a su sentencia de muerte y tenía derecho a sentirse así pues le quitarían su libertad atándola a una vida con el tronador. Estaba preparándose psicológicamente para enlazarse con Thor, lidiar con el hecho de ser su esposa ¡Era terrible incluso pensarlo le repudiaba! No quería hacerlo, todo aquello era en contra su voluntad y deseaba huir, correr lejos sin mirar atrás pero no era cobarde, tenía un propósito ¡Necesitaba averiguar la verdad sobre el príncipe, si era auténtico aquel amor que profesaba por Loki o ¿una vil invención?!

¿Acaso siempre fue un botín de guerra?

Un premio de una derrota fallida. Era humillado por el hecho de existir y ser deforme, por parecerse a los extranjeros era odiado por su propio padre.

Le hicieron creer una utopía, una fantasía que termino arruinando su vida ¿porque no le dijeron la verdad? Quizás por eso era traidor ya que la traicionaron, quizás por eso era mentiroso porque le mintieron, quizás quería atención, amor, que alguien le diera la relevancia la cual merecía y necesitaba.

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Mientras tanto Thor debió enfrentarse a pruebas arduas, matando a criaturas horripilantes y feroces para demostrar ser digno de la mano de Ikol, paso todas y cada una de ellas con desenvoltura, ningún otro pretendiente logro completar dichas pruebas con tanto éxito incluso la monarquía, miembros diplomáticos se sorprendieron de la furia y virilidad que demostraba el hijo de Odin, lo encontraron perfecto para la protección de la princesa más aun con los intentos de asesinato en su contra.

Cazaba criaturas dañinas e inmensas en sus pruebas para demostrar merecer a la princesa; cuando terminaba la caza llegaba allí chorreando sangre por su cuerpo, con sus grandes músculos expuestos, su camisa rasgada, su cabello rubio despeinado hasta con heridas que mostraba con orgullo, era esa una muestra de fuerza, pujanza y vigor todo lo que era él. Al verlo llevando un gran monstruo destructor y amenazante las personas parecían encantadas, las mujeres tenían la boca abierta de ver semejante espécimen, comiéndoselo con la mirada, deseando a ese hombre tan atractivo, cualquier doncella aspiraba una noche apasionada con el príncipe de oro al verlo demostrando su valor e ímpetu.

Únicamente una estaba aburrida, explosivamente una odiaba ese espectáculo ridículo, una detestaba el salvajismo y se mostraba cansada de que todos siempre amaran a Thor después de años de ver gente adorando a su hermano, esas pruebas le parecían mundanas, un acto de barbarie que no demostraba nada a nadie. Ser guerrero significaba mucho para el tronador, manifestar su fuerza sin embargo para Loki era algo trivial que no valía la pena.

El príncipe de oro la miraba de vez en cuando disimuladamente para descubrir si ella estaba interesada en su cuerpo como todos los demás, si era una más en su lista de admiradoras, una más que lo adoraba, pero Ikol bostezaba mientras que los demás eran emocionados y gritando. "De que le sirve ser tan atractivo, si es un idiota irremediable " —pensó Loki

Estúpido y sensual Thor

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La ceremonia empezó de forma fulminante, el reino se preparó para la alianza que unía a una civilización y todo un linaje que hasta ahora vivían en guerra, ese matrimonio era hecho para lograr la armonía y el bien de los nueve reinos, era la esperanza para un cambio positivo y benevolente.