Consorte del rey • Thorki •

Capítulo 7-Flashback-

"La gente cree que tu alma gemela es la persona con la que encajas perfectamente, que es lo que quiere todo el mundo. Pero un alma gemela auténtica es un espejo, es la persona que te saca todo lo que tienes reprimido, que te hace volver la mirada hacia dentro para que puedas cambiar tu vida. Una verdadera alma gemela es, seguramente, la persona más importante que vayas a conocer en tu vida, porque te tira abajo todos los muros y te despierta de un porrazo."- Elizabeth

El guerrero prohibió a Loki hacer esa transformación de nuevo ya que se sentía atraído, no podía soportar mucho tiempo teniéndole tan cerca y tan lejos al mismo tiempo. Este estaba acostumbrado a cuando quiere algo lo toma, si le gusta alguien simplemente la lleva con él en un momento placentero hasta que se aburre de los amores baratos, nadie lo rechaza porque es un príncipe, un fuerte, gallardo, esbelto guerrero. Las mujeres se entregan a este sin proceso de cortejo, escogía a una sin ni siquiera saber su nombre para alguien como él no era difícil tener amantes nadie nunca era capaz de decirle que no.

Entonces llega su hermano adoptivo a coquetear con Fandral rechazándolo abiertamente y tenía que atraerle de tal manera quizás no debió hacer eso, actuar de esa manera, querer ese contacto, pero todo su ser reaccionaba apasionadamente ante el cuerpo de Loki contra el suyo, no se podía detener deseaba poseer y amar sin medida. No obstante, esa no era una aventura común de una noche el embaucador era una de las personas más importantes en su vida aunque sabía que su hermano era adoptado, había llegado demasiado lejos, cruzando esa línea delgada, no tenía ningún derecho a hacerle algo tan pervertido por sus propios deseos egoístas.

No fue capaz de controlarse, no sabía que pasaba con él era como un imán que lo atraía con intensidad a Loki, sentía que esta lo hechizaba con esos ojos verdes que traspasan su alma como espadas, lo seducía con cada movimiento elegante y su sonrisa traviesa.

Thor suspiró tomando la cara de la otro entre sus manos, sus dedos recorrían su rostro- Oh mi Loki creo que debería protegerte de mí mismo en estos momentos. Lo siento no debí comportarme de esa manera contigo, no eres mi hermano verdadero y tu olvidarías todo mañana, parte de mi quisiera que recordaras sin embargo es mejor así sería incómodo para ambos, duraríamos un tiempo sin hablarnos de alguna forma querrías escapar y evadirme como tu primer beso, debo decir que también fue el mío.

Se quedó mirándola un tiempo tratando de dominar sus deseos y pensando que esta era la primera vez que dormía con una mujer de esa manera simplemente estando cerca era una sensación cálida y agradable. Teniendo a alguien calentando su cama a lo mejor prefería eso, tener a Loki a su lado para siempre que estando con muchas mujeres las cuales no amaba.

Solamente dormir junto a una persona que realmente significara algo para él y verla despertar entre sus brazos

Su ángel era diferente, sus besos eran incomparables le generaban electricidad por todo su cuerpo, lo embriagaban y envenenaban, era como una droga insaciable para él y quería más quería todo, aunque fuera tan prohibido.

Ese cuerpo femenino había despertado su pasión, un amor en su ser. Una atracción poderosa y catastrófica

Thor le parecía pacifica e inocente mientras dormía, tomó su barbilla mirándola y volvió a darle un beso robado en la clandestinidad, en la sombra oscura de un secreto inminente, fue algo suave apenas un roce para no despertarlo lento y triste. Se retiró para darse cuenta de que Loki ya había cambiado volviendo a la normalidad, acaricio su cabello, suspirando - Ya no eres una chica desconocida ahora eres mi pequeño hermano, supongo que ya no puedo besarte aunque todavía quiero.

Cuando el adolescente abrió los ojos y cruzo su miraba con la de Thor quien lo observaba fijamente con una sonrisa. Se dio cuenta que estaba abrazado con el tronador aferrado a este con sus piernas, brazos enlazados muy cómodo y demasiado cerca más de lo que el usualmente permitía, usando su pecho con una almohada y las sabanas embrolladas por doquier en desorden al mismo tiempo el tronador acariciaba su cabello con cariño.