Capítulo 48

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Un año después de que Loki hiciera el trato infernal con el demonio de fuego.

El tronador estaba recostado sobre la cama aspirando el dulce aroma de su amado tormento, al menos lo que quedo impregnado en las sabanas desde su partida... Como todos esos meses lo único que hacía era suspirar con pesar, anhelar el cuerpo cálido que le calentaba en las noches y le hacía delirar en las mañanas.

Sin aquel espíritu salvaje en su mundo todo se derrumbaba lentamente bajo los escombros del sufrimiento y la soledad.

La existencia era vacía sin su otra mitad. ¡No podía vivir sin su némesis!

Deseaba simplemente renunciar a la monarquía e ir a buscarle sin embargo no podía, tenía un reino que gobernar y muchas responsabilidades las cuales debía cumplir estrictamente además Loki había hecho ese trato por el pueblo, no tiraría ese esfuerzo por la borda, aunque era imposible evitar preocuparse sabiendo que el demonio era un ser malvado capaz de hacerle daño con solo un roce e imaginarse aquello resultaba una tortura. ¡Cuánta frustración! ¡No era capaz de hacer nada más que hundirse en sus propios deseos de recuperar el amor perdido!

¿Qué haría sin su amado cielo?

Le necesitaba a su lado porque sin ese villano moría de dolor; por su ausencia se mantenía en la nostalgia y le extrañaba en cada momento, en cada respiro.

En verdad Balder le había lastimado al llevarse la joya más valiosa de la corona, no existía venganza más cruel que robarle la persona que él amaba con todo su corazón.

El rey continuaba deprimido, las lluvias torrenciales no dejaban de caer.

Por cierto, ese día el desgraciado Balder vendría a Asgard seguramente a molestar, de igual modo tenía las esperanzas de ver a Loki nuevamente si bien fuese en el silencio o en la misma triste lejanía ¿Cómo aguantaría las ganas de estrecharle entr...

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Por cierto, ese día el desgraciado Balder vendría a Asgard seguramente a molestar, de igual modo tenía las esperanzas de ver a Loki nuevamente si bien fuese en el silencio o en la misma triste lejanía ¿Cómo aguantaría las ganas de estrecharle entre sus brazos? ¿Cómo verle sin poder tocarle?

Efectivamente Fandral llego a sus aposentos intentando animarlo, avisándole que el hechicero había arribado al reino después de casi un año sin verle; el tronador de inmediato fue a su encuentro hasta llegar donde se hallaba el príncipe de hielo con ropas finas y sensuales, sentado en las piernas de Balder como si fuera una cosa normal aquella horrible escena llena de perversión.
El hechicero se mostró callado, con cadenas atadas por todo su cuerpo delgado parecía más como un esclavo y Thor únicamente deseo correr hacia él pero no pudo hacerlo, debía contenerse por su bien ¿Cómo hacerlo si su cuerpo actuaba por inercia?

El jotun no se dignó a mirarle simplemente le ignoro completamente de forma que el tronador fuese invisible, lo que causo un terrible sufrimiento en el rey y un enojo estremecedor... Sin más decidió alejarse de su hermano o probablemente cometería una locura.

El tipo estaría allí apenas una semana, lo malo es que no soportaba ni un segundo esa molesta presencia, cada vez que le veía tocando el cabello o la piel de su amor ¡Sentía un enojo que se apoderaba de su ser, quemaba su interior! Estaba seguro perdería la cordura y en cualquier momento explotaría, necesitaba controlarse o golpearía a su hermano hasta hacerle sangrar, eso seguramente arruinaría su valiosa reputación entonces la criatura despreciable ganaría el juego.

Consorte del rey • Thorki •Where stories live. Discover now