No hay lugar, como el hogar

Comenzar desde el principio
                                    

-Ven, déjame llamar a Anderson- 

-¿por que no eres mas caballeroso?- enarque una ceja 

Luke se detuvo y me miro, atónito -¿a que te refieres?- 

-debiste... debiste ofrecerte a llevarme- explique 

Luke me miro muy serio, demasiado, sus ojos castaños siempre habían hecho de su mirada intensa, pero justo ahora sentía su mirada penetrar en la mía... o algo así

-yo también bebí, Emma- dijo con un pequeña sonrisa, antes de añadir -jamas nos pondría, o te pondría en riesgo- 

Trague -es cierto, lo siento- trate de despejar mi cabeza -no se que estoy diciendo- 

Luke me dio una sonrisa completa esta vez -vamos, déjame acompañarte hasta el auto- 

a medio camino me detuve y mire atrás -espera!- dije, alerta -¿donde esta Karen?- 

Eso hizo que Luke estallara en carcajadas -Emma, ella se fue hace como una hora- 

Lo mire completamente en blanco, no encontraba ese momento dentro de mis recuerdos de las ultimas horas 

-se despidió, te despediste... se fue- 

Le di un golpe juguetón en el brazo -si, si, se como funciona lo de despedirse, pero no lo recuerdo- 

-Alguien estaba muy competitiva con el juego de fondo blanco-

Puse los ojos en blanco -ya, ya. Si, soy competitiva. Demanda me- 

Con pasos inestables pero no tambaleantes, llegue al auto, Anderson no alcanzo a ocultar su diversión lo suficientemente rápido antes de que la notara 

-Espero que hagamos esto otra vez- Luke pareció pensárselo mejor -mejor no, el alcohol y yo casi no somos tan buenos amigos, tengo que darle ejemplo a esos novatos- 

-bebida energizante?- 

Él sacudió la cabeza -que tal un café?, cuando ambos estemos de nuevo sobrios- 

Le sonreí antes de meterme al auto -me gustaría- 

y él cerro la puerta. 

-No te burles de mi Anderson, no soy peso ligero!- discutí, mientras me recostaba en el asiento 

-nunca diría algo como eso señorita- podía escuchar la sonrisa en su voz 

El camino fue una serie de flashes de diferentes partes de la ciudad, ya que constantemente mis ojos se cerraban, mis parpados demasiado pesados para mantenerlos abiertos mucho tiempo. 

No fue hasta que salí del auto y vi la casa de James que recordé

Hice una mueca mientras entraba -nos vemos mañana- me despedí

Antes de cerrar la puerta me gire y llame:-Anderson- él se giro para mirarme -si, señorita- 

-donde te quedas?- 

-El señor Wolff es dueño de la casa de enseguida, tiene un sofisticado equipo de seguridad allí y un hombre de confianza que lo vigila- 

Eso me dio una mezcla entre mareos, risa y nauseas 

-por supuesto que si- 

y yo no lo sabia. 

-buenas noches- 

Los labios de Anderson era una fina linea recta mientras asentía y se marchaba 

Dejando mi chaqueta en el respaldo del sofá, me aliste para cualquier cosa que james pudiera decir y también quería un explicación sobre porque yo no sabia que tenia un equipo de seguridad en la casa de en seguida... estaba dispuesta a buscar una pelea, pero todo eso se vino abajo cuando lo encontré en la cama, sus gafas aun puestas, vario papeles a su alrededor y su portátil sobre el soporte en sus piernas. Estaba sentado en la cama, con su espalda apoyada en el cabezal de la cama, su respiración pausa y constante. 

Sentí que el corazón se me derretía y supe que estaba atrapada, por él por sus encantos y me dio miedo descubrir que podía omitir fácilmente los secretos por estar con él. 

Porque era eso lo que había estado haciendo, solo que con la excusa de no querer involucrarme en el mundo que tanto amaba mi madre. 

¿que tanto podía sobrevivir una relación en las sombras, llena de vacíos?

¿que tanto podría YO aguantarlo? 

Toda la efímera felicidad que me había proporcionado el alcohol se esfumo y me tome mi tiempo apartando los papeles de la cama y el computar, siendo lo mas sigilosa posible para no despertar a James, cuando por fin me metí en la cama, el cuerpo de él inmediatamente busco el mio y se curvo a mi alrededor, dejándonos en cucharita 

-te divertiste?- su voz era áspera y mas grave por el sueño 

-si- conteste

-con un suave beso en la curva de mi cuello él dijo: me alegra que volvieras a casa- 

y así, sin mas, con solo esas simples palabras. Yo era suya. 

Censura (a forbidden love story #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora