Are You Afraid? 윤국 YoonKook •

sixty two

— Yoonie, solo vamos por helados, ¿cierto?

— Cierto.

— ¿Entonces porqué necesitamos navajas? Nada malo puede pasar ahí.

— En cualquier lugar pueden pasar cosas malas, es bueno estar preparados para cualquier cosa, bebé.

— ¿Tae también tiene navaja?

— No lo sé.

— ¿Ya sabe que ustedes han matado gente? —hablaba de ello como si fuese un tema simple, YoonGi no podía tomárselo como algo tan normal.

— No lo sé. SeokJin no me ha contado nada.

— Tae me dijo que SeokJin también le hacía cortes.

— ¿Y le dijiste que yo también te los hago?

— No.

— Bien.

— ¿No puedo decirle?

— No.

— ¿Por qué? —el mayor terminó de amarrar la navaja en su pierna y se levantó para terminar de peinar su cabello, mas no contestó.— ¿Te da pena, YoonGi? —de nuevo no contestó, no lo afirmó, pero tampoco lo negó. JungKook caminó hacia él y lo abrazó, apoyando su cabeza en su hombro.— No le diré, Yoonie. —éste sonrió ante lo bonito que podía ser su novio con él, acarició su cabello y dejó un corto beso en él.

— Vamos, pequeño. —buscó su mano y la tomó para llevarlo consigo hasta la habitación de SeokJin.

Abrió la puerta y un par de gritos le hicieron cerrarla de nuevo.

— ¿Qué pasó? —preguntó JungKook, pues no había alcanzado a ver el interior de la habitación.

— Hm, interrumpimos algo. —rascó su cabeza apenado. JungKook acercó su mano para abrirla.— ¡Hey! No. —YoonGi golpeó su mano.

— ¡Quiero saber, YoonGi!

— No puedes ver eso.

— ¿Qué tan malo es, Yoonie? —sabía lo que debían estar haciendo los chicos ahí, pero le gustaba molestar a YoonGi.

— Muy malo, no la abras.

— Pero-

— Sin peros, vamos a esperarlos aquí. —JungKook cruzó sus brazos molesto, y aprovechó que YoonGi ya estaba distraído para abrir la puerta y empujarla con rapidez.

— ¡Lo hice! —gritó enseguida. YoonGi iba a tomar la puerta de nuevo para cerrarla, pero los gritos de Tae y SeokJin ya se habían escuchado y JungKook ya los había visto.

SeokJin estaba sentado en el borde de la cama, TaeHyung estaba sobre él y ambos tenían sus pantalones abajo.

— Oh, Yoonie. Ellos están follando.

— Esa boquita, bebé.

— Podemos esperarlos en su cama. —YoonGi miró a su novio frunciendo el ceño por lo que acababa de decir.

— Ve a las escaleras y quédate ahí.

— Yoonie-

— A las escaleras, dije.

— Chu~

Obedeció y se sentó en las escaleras a esperarlos. Trató de mantenerse ahí, pero estaba demasiado aburrido solo.

— Yoonie, ven conmigo. —gritó.

— No, quédate ahí.

— Voy a tirarme por las escaleras si no vienes.