T1 | Capítulo 11

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¡Cierto, Jin!

Lo primero que hice fue tomar un baño. La bañera era pequeña pero eso no le quitaba lo a gusto que me sentía en ese momento. Cerré mis ojos y dejé que mis pensamientos volaran dejando a fuera a Yoon Gi. Ahora comenzaba a sentirme nerviosa. En ningún momento me espere esto, tampoco fue algo que busqué: Kim Seok Jin. Muy bien, muy bien... No debía hacerme ilusiones.

Salí de la bañera y envolví mi cuerpo en una bata color rosa. Dejando pequeñas huellas de agua en el piso fui directamente a mi armario haciendo un desastre con la ropa mientras buscaba algo que colocarme. "Nada llamativo" me recordé una y otra vez, está bien que Jin me pidiera salir como personas normales pero él no dejaba de ser un Idol, lo que menos quería en este momento era causarles problemas, tal vez lo que él quería era relajarse y alejarse un poco de su mundo.

Escogí mis jeans ajustados favoritos, junto a una blusa color rosa de encaje acompañado con una chaqueta, además de zapatillas bajas y un gorro de lana del mismo color de la blusa. Arregle el desastre que tenía en el cabello y me aplique un poco de maquillaje, tal cual Ha Neul me había enseñado, por algo ella era maquillista de los chicos.

El auto de Jin estuvo estacionado fuera de mi edificio antes de lo que hubiera esperado. Cuando lo vi, debía admitir que mi enojo se desvaneció en ese momento. Una amplia y brillante sonrisa se dibujó en su rostro. Se veía realmente atractivo. Jin se había cambiado de ropa también, ahora usaba jeans claros, una camisa café a juego con una gorra, además de un juego de converses. Claramente, Jin podía robarle el aliento a cualquier mujer.

Abrió la puerta para mí, subí al auto y esperé a que él lo hiciera también. Una vez que estuvo dentro, encendió el motor, y luego, hizo que mi corazón se agitara al momento en que se inclinó hacia mí para ayudarme a colocar el cinturón de seguridad. No era una adolescente como para sentirme tan nerviosa por el acercamiento de un chico, estaba punto de enloquecerme.

— ¿Puedo hacerte una pregunta? —Le dije una vez que puso el auto en marcha. Él asintió con la cabeza en modo de respuesta sin apartar la vista del retrovisor. — ¿Por qué de repente me pediste que saliera contigo? Quiero decir, lo entendería si fuera cuestión de trabajo, pero en ese momento dijiste que... —Mis palabras quedaron en el aire.

— Dije que quería que saliéramos siendo nosotros mismos. —Su voz era suave y armoniosa. — Últimamente, siento curiosidad por ti. Estás todo el tiempo con Yoon Gi, así que no puedo permitirme conocerte como realmente quisiera, es por eso que quise hacerlo.

— ¿Realmente está bien que salgamos de esta manera? —Fue lo único que se me ocurrió preguntar, pues mi corazón corría una maratón y mi cerebro se había desconectado en ese momento, menuda suerte la mía.

— Si lo dices por los escándalos y todo eso, está bien. Solo debemos ser un poco cuidadosos, no veo nada de malo en estar contigo por la calle, no tienes de qué preocuparte. —Quiso tranquilizarme, pero no estaba funcionando cosa que él notó por lo que no se contuvo al momento de reír a carcajadas. — Está bien, cree en mí... Sin importar que, sigo siendo yo.

Y por alguna razón... creía en él.

Jin era extremadamente caballeroso y atento, divertido y bromista, pero la idea de pasar desapercibidos siendo cuidadosos había quedado en el olvido en el primer momento en que él comenzó a reír a carcajadas con su peculiar y escandalosa risa, al punto en que nos vimos obligados a salir del primer restaurante al que entramos. Logré conseguir un cubre bocas negro, el cual solo lo usaba mientras estábamos caminando por las calles, admirando las decoraciones, las personas caminar, y demás atracciones.

No estábamos tan lejos de casa, el auto se encontraba estacionado a unas cuantas cuadras de donde estábamos, de resto, preferimos caminar y disfrutar del aire fresco. Pronto, logramos entrar a un pequeño restaurante de asados, Jin en definitiva era un experto cocinero. Solo habían unas cuantas mesas ocupadas por lo que esta vez no importó que él chico riera escandalosamente, a pesar del ruido, era algo adorable de ver.

Somos una mentira | Min Yoon GiWhere stories live. Discover now