28. La noche se acerca

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—Es verdad —apoyo Javiera —, una amiga que trabaja en Oveja negra le ha dicho a su jefe y este sorprendió a un tipo echando drogas en el trago de una pareja, la policía ya se ha encargado de él.

—Pues entonces veo que han sido víctimas —Claudio nos miró serio, y creo que fue por tantas seriedad que Nicolás y yo vomitamos al unísono, sacando una arcada de Javiera y Katherine.

Creo que había sido mucho vomito para este pequeño cuerpo.

En la tarde nos dieron de alta, dándonos los resultados los cuales según Claudio, gracias al Ángel que había sido un poco dosis, pues habríamos terminado en coma con 2 gramos más.

—Oye —tome la mano de Javiera antes de que nos subiéramos al jeep de Alex. Nicolás y su mamá partieron en taxi un poco antes —, gracias por cuidarme, no sé... no sé cómo pagarte.

—No te preocupes —me sonrió esta.

—de no haber sido por ti y los chicos, quizás donde estaría o en qué condiciones —el solo pensar en eso, me hizo recordar el vómito —. Y quiero proponerte algo, sabiendo que tal vez no es el mejor momento para hacerlo.

—¿Qué cosa? —un pequeño color rosáceo inundo sus mejillas, y me sonrió quitando de su cara, cabellos que el viento había alborotado.

—¿Te gustaría ser mi compañera al baile de primavera? —un nudo se me hizo en la garganta.

—Nada me haría más feliz, Kevin —me abrazo por el cuello y me beso en la mejilla. En medio del abrazo vi como Catalina inundada de alegría celebraba y Alex me daba el visto bueno.

Después de todo, no fue tan complicado hacerlo... pero... es solo el principio...

¿Dónde consigo un traje? ¿La debo ir a buscar en limosina, en bicicleta o a pie? ¿La debo invitar a cenar? ¿Y si hay que bailar? Yo no sé bailar.

¡Ayuda!

1 semana después

Javiera's POV:

¿Estás lista? —dije apoyada frente al probador en donde Catalina se probaba el vestido número 23.

—Creo que este es muy chico, no me alcanza a cerrar —la oí algo complicada dentro.

Como la semana pasada, Catalina no se sentía del todo bien después de Oveja negra, pospusimos la prueba de vestidos para una semana más, y sí, a una semana del baile.

—Creo que es obvio, lo sacaste de la sección de niñas —terminado de decir la frase, Catalina corrió la cortina dejando ver un vestido celeste con muchos brillos para mi gusto, así que le negué con la cabeza —, y creo que ese color no pega mucho con tu color de cabello, además mi vestido es de ese color.

—No sé qué hacer —soltó algo desesperada —, me he probado la tienda entera y no pillo nada.

—Ya llegué, lo encontré en una talla menor —Nicolás también estaba con nosotras, como nuestro amigo gay que nos ayuda a elegir un buen vestido. En sus manos traía un vestido rojo sangre, que Catalina se había probado antes, pero una talla mayor, este tenía un poco de pedrería en el busto, algo ajustado hasta la cintura donde se dejaba caer.

—Gracias, no sé qué haría sin mi amigo gay —dijo Catalina tomando el vestido y cerrando la cortina

—No soy gay —protesto este colocándose a mi lado.

—No es que seas nuestro amigo gay completamente gay —hice una pausa para poder pensar bien lo que iba a decir y no cagarla como podría hacerlo —, solo que como Kevin y Alex, son... o al menos tienen... parejas y tú no tienes a nadie, es como si fuese el típico chico que es gay pero no lo acepta.

Soy hermano de una zorra | Troublemakers [En edición]Where stories live. Discover now