27. Oveja Negra

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Antes de leer este capítulo, he querido experimentar otra forma de escribir, así que si no se entiende mucho el capítulo, por favor manifiéstenmelo en los comentarios.

Cuando aparezca el (*) reproducir la canción "Where them girls at" en multimedia.

Sin más los dejó con el capítulo "27. Oveja negra":

Kevin, y sus amigos estaban lo suficientemente ebrios para nos poder recordar que fue lo que sucedió esa noche. Por lo cual no se encontraron en condiciones de relatar que fue lo que sucedió exactamente.

—¿Por qué no le has dicho a los chicos que te irás a España? —Catalina algo molesta, se cruzaba de brazos en el umbral de la puerta, vestía unos jeans negros rasgados en las rodillas con una blusa holgada celeste, que tenía un diseño de encaje en la parte del escote.

—No lo sé, ¿Si? —Javiera, la cual se estaba cepillando su cabello rubio, el cual hacía un juego sobrio con la blusa color crema que llevaba puesta, dejo el cepillo de pelo en el tocador y miro a Catalina, para luego voltear y sentarse en la tina del baño —. Entre en pánico, no sé, no... —se tapó la cara con ambas manos —, no quiero que sepan, aun no creo que sea bueno contarles.

—¿Y cuándo será eso? —avanzo un poco.

Javiera se limitó a poner una mueca dudando nuevamente si era necesario hacerlo o no. Era una duda existencial que había estado teniendo en su cabeza, todo el tiempo que estuvieron en el sofá.

—¿Chicas están listas? —Nicolás se asomó por la puerta, sobresaltando a las chicas, antes de que Javiera pudiese responder algo.

—Sí, vamos ahora —dijo Javiera incorporándose y caminando a la puerta, mientras que Nicolás luego de asentir con la cabeza se fue —, lo haré después del baile de primavera, ahí ya todos sabrán te lo prometo.

Catalina coloco los ojos en blanco y acepto los términos, sabiendo aun así que no terminaría bien.

—¿Y Kevin te ha invitado al baile? —preguntó catalina mientras salían del cuarto de baño.

—No, y estoy empezando a pensar que no lo hará —respondió la rubia algo decepcionada.

Ya en el jeep, todos estaban listo a excepción de Alex, el cual no quedaba conforme con su cabello, y no arrancaría el vehículo hasta alcanzar la perfección. De copiloto, Javiera, mientras que atrás en medio iba Catalina, a su derecha Nicolás y al otro lado Kevin.

—Supongo que sabes cómo llegar a Oveja negra, ¿verdad Alex? —dijo Catalina algo desesperada por la demora de su sapo príncipe.

—Sí, nunca he dio, pero ubico donde es —respondió este sin despegarse del espejo.

—Alex, ya está —Javiera tomo las manos de Alex y las puso en el volante —tu cabello no va aquedar mejor porque lo intentas arreglar por diez minutos más.

Mientras la discusión entre los rubios se llevaba a cabo adelante, con Javiera tomándole las manos a Alex imposibilitándole el moverlas, Catalina intentaba llamar la atención de Kevin aclarándose la garganta, como poco unas tres veces.

—Kevin —dijo esta aburrida de que Kevin no la tomara en cuenta. Mientras tanto Alex, ya librado de la rubia, encendía el vehículo, pero aun así sin partir, pues su cabellos no estaba del todo bien, volviendo a echarle un vistazo a su cabello.

—Dime —respondió de una vez por todas, algo distraído.

—¿Cómo es eso de que aún no invitas a Javi al baile de primavera? —susurro lo suficientemente bajo para que Kevin la oyera y se pusiera nervioso.

Soy hermano de una zorra | Troublemakers [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora