Soy hermano de una zorra | Troublemakers [En edición]

7. Party Hard

—No te preocupes Kevin, nosotros estamos contigo.

La sonrisa de Nicolás me hiso sentir mucho mejor. Mire a los demás los cuales también me sonrieron.

Estallo un fuego artificial, el cual hiso que volteara a ver la casa.

Trague sonoramente y dije: —¿Vamos?

—Bueno —dijo Alex —.

Caminamos por el césped el cual estaba lleno de confeti. Alex iba a delante de mí, Nicolás iba a mi derecha y creo que las chicas iban atrás.

La casa tenía varias luces de colores en su interior, parecía un club nocturno. Se lograba divisar como varios chicos bailaban.

Estábamos a la mitad del jardín cuando una lámpara salió disparada por la ventana, quebrado el vidrio.

—Este... —dijo Javiera algo nerviosa — ¿seguros que es seguro?

—¿Seguro? —río Alex —fiestas como estas son cero por ciento seguras.

Javiera soltó un gritito de miedo.

Avanzamos hasta la puerta, la cual retumbaba al ritmo de la música, tome el pomo y sentí como la música recorría mi cuerpo. La abrí y fue como entrar en la boca del monstro, chicos bebiendo refrescos o eso espero, otros bailando y otros simplemente charlando con vasos en sus manos.

Nos quedamos un momento en la puerta, hasta que vi a la persona más detestable, Daniel.

—Hey chicos, que bueno que pudieron venir —dijo con una alegría muy falsa —.

—Sí, también me alegro —dijo Nicolás a mi lado, no necesitaba verlo a la cara para saber que lo estaba asesinando con la mirada —.

—Bien, hagan lo que quieran... ósea... bailen, beban o charlen ahí vean —dicho esto se fue sin más —.

Lo seguí con la mirada y vi cómo fue hasta una chica y creo que le empezó a coquetear.

—¿ahora qué? —pregunte volviéndome a los chicos —.

—No sé ustedes, pero yo voy a beber —dijo Alex, sin mirarnos, mientras comenzó a caminar abriéndose paso hasta el final del pasillo, luego doblo a la derecha y lo perdimos de vista —.

—¿Vamos a ver lo que hay? —pregunto Javiera —.

—Además de chicos con hormonas revueltas, ebrios y calientes por alguna chica, dudo que haya algo más pero vayamos de todos modos —dijo Catalina, tomándole el brazo a Javiera. Sin duda esas dos no se separarían por nada —.

Sin nada más que decir, fuimos hacia donde había ido Alex, llegamos hacia el final de pasillo y luego doblamos a la derecha. Había un gran salón donde todos estaban charlando y algunos bailando, pero muy pocos. Había luces por todos lados y no lograba divisar a Alex.

—Parece que... —voltee para ver a los chicos pero no estaban —.

Mierda.

¿Qué se supone que haga ahora?

—Hola guapo —dijo una chica mientras acariciaba mi cuello. Ella era  de cabellos rosados, aunque creo que eran rubios y  se veían rosados por las luces, tenía bonito físico, pero parecía una zorra de tomo y lomo —.

—Hola —dije algo nervioso, pero ella seguía seduciéndome —.

—¿Estas soltero? o ¿acaso este guapetón tiene dueña? —dejo de acariciar mi cuello y fue hasta mi pecho, colocando toda su palma en él —.

—Soltero, por el momento —dije con una media sonrisa un poco nerviosa — ¿y tú?

—Soltera, así que si quieres hacer travesuras ven conmigo —su sonrisa se  extendió y agarro mi playera —.