Hechizo de tres noches (OUAT Rumbelle)

Capítulo 28 "Powerless"

DISCLAIMER: ninguno de los personajes ni la serie me pertenece. Rumplestiltskin x Belle. Contiene escenas fuertes, estás advertido dearie.

"Hechizo de tres noches"

I know all your reasons

To keep me from seeing

Everything is actually a mess

But now I am leaving

All of us were only dreaming

Everything is actually a mess

"Dream" –Imagine Dragons

Capítulo 28 "Powerless"

Rumplestiltskin miró horrorizado sus manos, incapacitado de evocar magia para curar a Belle. Buscó la sensación de magia en lo más profundo de su ser, pero solo percibió su propia humanidad. —Mi magia... se ha ido.

El hechicero trató de levantarse de la cama donde reposaba, desesperado, pero Belle lo detuvo. —Rumple, debes guardar reposo. Buscaremos una solución, te lo prometo.

—¡Necesito de mi magia! —Empujó a Belle a un lado, quién se encontraba sentada a su lado y trató de levantarse. El hechicero cayó al suelo, incapaz de sostenerse por su propio peso. No solo era su cojera. Sus piernas y parte de su columna se encontraban destrozadas por culpa de los ogros. El dolor recorrió cada punta de sus nervios, obligándolo a gritar de dolor.

Belle intentó levantarlo del suelo pero el hechicero hizo a un lado la cortesía de la joven. Las lágrimas de desesperación comenzaron a brotar. Cerró sus manos en puño y golpeó varias veces el áspero suelo. Tenía qué hacer algo. Se arrastró unos pasos y tomó un cuchillo, el objeto más cercano desde el suelo. Recordó que la maldición de El Oscuro, la fuente de su magia, tenía un mecanismo de autodefensa muy arraigado, impidiendo acabar consigo mismo. Tomó el puntiagudo objeto, y con un grito nacido desde lo profundo de su ser, intentó arrojarlo hacia sí mismo.

—¡Rumple! ¡Detente! —Belle miró horrorizada lo que su empleador intentaba hacer. Se interpuso antes de que su empleador se hiciera daño.

Rumplestiltskin se congeló al ver cómo un hilo de sangre comenzó a correr sobre la blanca piel del brazo de la joven. —E-es mi culpa... —Rumplestiltskin tartamudeó, cobrando un hilo de lucidez en medio de su confusión—. Oh, Belle ¿Qué te he hecho?

La joven se levantó de forma parsimoniosa, buscando el trozo de tela más cercano para detener la hemorragia. —Estaré bien. Solo necesito lavar la herida. —Belle miró hacia su empleador y después buscó con la mirada un balde con agua limpia, pero el único que había dentro de la pequeña choza donde se encontraban no contenía suficiente—. Saldré un momento. Hay un riachuelo cerca. No tardaré.

La joven se detuvo en la puerta a punto de decirle algo más a su empleador. Pero en su lugar tartamudeó y salió con prisa, dejando a Rumplestiltskin solo en la cabaña. El hombre se arrastró hasta la pared más cercana y se reincorporó del suelo hasta donde su cuerpo herido le permitió. Las lágrimas brotaron acompañadas de un sollozo que únicamente en el anonimato de la soledad se podía permitir. Se sintió como un niño pequeño, abandonado, incapaz de valerse por sí mismo y con miedo. Pero sobre todo, se sentía vulnerable.

Una siniestra risa se escuchó al fondo de la habitación. Rumplestiltskin levantó el rostro al percatarse.

—Mírate. Volviste a ser la misma escoria que antes, sino algo peor. —Zozo habló.

—Tú... ¡Tú tienes qué ver detrás de esto! —Rumplestiltskin señaló hacia el final de la habitación, amenazando a la figura que era producto de su imaginación—. ¡¿Qué me hiciste?!