En un inocente capricho, Belle ha desobedecido las órdenes de su empleador y amo, Rumplestiltskin. Y con ello, las manecillas del amor y la pasión han comenzado a moverse en un peligroso hechizo, del cuál sólo tienen tres noches para romperlo. Sin e...
DISCLAIMER: ninguno de los personajes ni la serie me pertenece, así como las lyrics. Rumplestiltskin x Belle. Puede contener escenas fuertes, dearies.
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"Three night spell: Hechizo de tres noches"
Arte por themightyrumbeller
Even while we sleep we will find
You acting on your best behavior
Turn your back on mother nature "Everybody wants to rule the world"—Lorde
Capítulo 14
Regina caminó a lo largo del pasillo seguida por Gastón, dejando la celda de Belle muy atrás. Las antorchas iluminaron el corredor, pero el ambiente se sintió lúgubre como era de esperarse en el castillo de la reina. Afuera estaba próximo a oscurecer y el sol se encontraba en sus últimos momentos antes de esconderse.
Cuando se encontraron a unos pasos de la entrada de la recámara de la reina, el moreno adelantó su zancada a la de Regina, logrando colocarse por delante de ella. En un rápido movimiento, la rodeó y cubrió con su cuerpo, atreviéndose a rodear su cintura y atrayéndola hacia él.
—Aquí nadie nos verá.
Gastón soltó con aquella voz ronca y masculina de la que era poseedor. Regina fingió sorpresa por aquél atrevimiento. Levantó las manos, colocándolas sobre los hombros de éste a la vez que dibujaba una falsa sonrisa. Gastón hizo por acercar sus labios a los de ella. Regina logró sentir el bulto de la entrepierna de éste al acercarse, a pesar de la espesa tela de vestido. Los ojos de él destellaron lujuria pura, insatisfecho sexualmente por la interrupción de momentos atrás. Regina no podía negar que Gastón logró demostrar su habilidad como semental en la cama, pero su estupidez no le complacía en absoluto. Ella contestó en un suave susurro, pero con voz firme. —Me temo que éste no es sitio ni momento de celebrar, Sir Gastón.
Regina movió los dedos de su mano derecha intentando evocar un poco de magia y crear un distracción, sin que el moreno lo notara. Pero antes de que ella pudiera hacer su movimiento, una de las antorchas que alumbraban el final del pasillo cayó.
Regina aprovechó el incidente y se separó de él. —¿Por qué no esperas por mí en tu habitación esta noche? Entonces podremos celebrar. —Regina movió sus dedos seductoramente a través de las clavículas de Gastón—. Por ahora tengo que ir a confirmar que los preparativos estén listos o me temo, no habrá nada que celebrar.
Gastón le regresó una mirada triunfante y la dejó totalmente libre. Regina le despidió con una sonrisa seductora desde la entrada a su habitación hasta el final del pasillo. Una vez que éste dio vuelta y se perdió de vista, Regina dibujó una muesca de asco y hastío. Pobre diablo. Sin embargo tenía que seguir convenciendo al noble de que ella jugaba en su favor, y ello implicaba seguir su juego de amantes.
