FINAL (EXTRA).

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PV. HOSEOK.

- ¿Te gusta? - Susurro en el oído de mi esposo. Mis manos abrasaban su cintura y me balanceaba de un lado a otro con él.

- Me encanta. - me responde en un susurro sin apartar la mirada del ventanal, que nos daba una hermosa vista hacia el mar, perteneciente a una de las islas más hermosas de Seúl. Nos encontrábamos en nuestra gran luna de miel y ambos no podíamos estar más que felices.

Su cuerpo gira entre mis brazos, y su lindo rostro queda frente a mi. Ni siquiera la vista que tenía hace sólo unos segundos se comparaba con la bella imagen que me daba TaeHyung.

- Aún no puedo creer que estemos casados - sonríe, mordiendo esos labios rosados que tanto me gustan. Sus manos suben por mis hombros hasta que se sostienen de mi cuello. - me siento muy feliz.

Sonrío ante su obvia emoción y sin necesidad de responderle con palabras, mi boca se ocupa de hacerle saber que me sentía de la misma forma.

Él me corresponde inmediatamente moviendo sus labios sobre los míos. Lentamente retrocedemos hasta que las partes traseras de mis rodillas chocan con la cama de aquella habitación, en la que estábamos hospedados, mis rodillas se doblan y caigo sentado en el suave y cómodo colchón, provocando que nos separemos unos segundos, rápidamente TaeHyung trepa en mi regazo y vuelve a pegar nuestras bocas. Sus caderas comienzan a moverse de adelante hacia atrás, de sobre mi miembro, que poco a poco cobraba vida propia y comenzaba a crecer.

El aire comenzaba faltar en nuestros pulmones y sin tener de otra, nos separamos para recuperar aire. Sin embargo eso no impidió que mis labios pasaran a besar su cuello donde podía aspirar de su rico aroma.

- Ho-Hobi - jadea, ladeando la cabeza para darme más acceso a su cuello.

No sé en qué momento ya nos encontrábamos desnudos, y en pleno acto sexual. Su cuerpo daba grandes saltos sobre mi falo hinchado, sus uñas rasguñaban parte de mis hombros y espalda, y sus gemidos (casi gritos) agudos resonaban justo en mi oreja derecha, de mi boca salían gruñidos de satisfacción, mi vista se desliza por toda su espalda hasta dar donde su hermoso trasero, podía ver como mi miembro era tragado por su deliciosa y apretada entrada.

Era espectacular.

- ¡Ah! ¡HoSeok! - mi manos se hallaban ajustadas a sus caderas, de alguna manera trataba de no moverme demasiado brusco, pues aún no se me olvidaba que llevaba a nuestro hijo dentro de él, y temía lastimarlo.

Con mucho cuidado me levanto, sosteniéndole por debajo de los muslos, sin salir de él, y lo recuesto con delicadeza en el colchón, dejándolo debajo de mi.

- N-No debes hacer mucho movimiento, podría ser peligroso para ustedes - dije, tratando de controlar las inmensas ganas de penetrarlo como loco.

- Es-Está bien, s-sólo no te detengas, por favor. - pide con voz de suplica.

Y esos ojos llorosos de placer me incitaron a continuar con mi trabajo de hacerle gritar.

Las embestidas que le daba le hacían casi voltear los ojos, su boca se abría y cerraba, y sus bonitas piernas se abrían más de lo debido.

Su pene al igual que el mío no tardarían en estallar. Al sentir el familiar cosquilleo en mi vientre bajo, el cual me avisa que estoy a punto de terminar, tomo su miembro y lo comienzo a masturbar mientras que yo me movía más rápido.

- ¡Mierda! - gruño apretando los dientes.

- ¡Oh! ¡HoBi! ¡Más rápido! ¡Dame más! - y eso hice hasta que minutos después se corrió y yo no tarde en seguirle.

Un Nuevo Latido |°HOPEV°|Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin