Un Nuevo Latido |°HOPEV°|

CAPÍTULO VEINTICUATRO.

Sus miradas no se despegaban y sus corazones latían al mismo ritmo, el tiempo parecía haberse detenido.

HoSeok sin poder creer lo que sus ojos al fin pueden ver -aún sintiendo incomodidad por el repentino destello de luz- abre y cierra la boca sin saber qué decir, mirando pausadamente cada facción de TaeHyung. Lo único que logra pronunciar es...

— Hermoso — balbucea bobamente.

TaeHyung se sonroja furiosamente y sin poder contenerse -como siempre- se abalanza hacia el pelinegro con una gran sonrisa al igual que su novio quien aprieta sin lastimar su cintura entre sus manos y entierra su rostro en el cuello del castaño aspirando su ya conocido y dulce aroma.

Todos sonríen, lloran e incluso gritan por la emoción indescriptible. El señor Jung suelta unas cuantas lágrimas e internamente agradece al cielo por haber mandado a cierto chico que ahora besa a su hijo en toda la cara.

— ¿Realmente me puedes ver? — pregunta TaeHyung sosteniendo el rostro del pelinegro con sus manos y mirándolo a los ojos. HoSeok sonríe y asiente para después capturar los labios de su chico con los propios.

Los demás presentes se van acercando para felicitar al pelinegro pero inesperadamente HoSeok se levanta con TaeHyung en brazos y comienza a caminar a tropezones hacia su cuarto, sin la necesidad de ver el camino pues cabe decir que se lo sabe de memoria.

— ¡A dónde creen que van!.

— Sólo no interrumpan. — grita HoSeok antes de de encerrarse en su habitación con TaeHyung.

— ¡Vaya! Realmente lo hizo por TaeTae — murmura JungKook quien llegó a la casa de los Jung antes que su hermano, ya que este se estaba demorando en arreglarse.

— Será mejor que vayamos allá afuera en lo que terminan, no queremos escuchar... Cosas indebidas, le diré a Chao que nos prepare un buen desayuno — exclama Jung dando un largo suspiro. — ni siquiera me dejó abrazarlo. — murmura con un deje de tristeza.

— Sólo está feliz de por fin ver a su chico — habla YoonGi con una pequeña sonrisa. — yo haría lo mismo. — Jimin le sonríe tiernamente recibiendo el mismo gesto.

Todos asienten de acuerdo y salen.

Mientras tanto en la habitación de cierto pelinegro...

— ¡Mierda! Realmente eres más hermoso de lo que me imaginé — habla entre beso y beso que repartía a TaeHyung quien se encontraba debajo de él, con el rostro sonrosado y sin la mayoría de su ropa, las piernas abiertas y dobladas.

— No seas exagerado — cierra sus ojos al sentir como HoSeok besaba su cuello y acariciaba sus piernas.

— No lo soy, realmente eres lo más hermoso que he visto. — se separa un segundo del castaño para poder deshacerse de su playera. TaeHyung muerde sus labios ante la vista de los pectorales bien marcados de HoSeok, dirige sus manos a la bragueta del pantalón ajeno y comienza a bajarla, sacando el gran miembro con el cual ya estaba familiarizado y encantado, sus miradas conectan y sin poder contenerse por más tiempo, HoSeok quita la última prenda que quedaba en el cuerpo de TaeHyung. Dejándolo totalmente desnudo y a su merced.

— Al fin podré ver tus expresiones cuando te hago el amor — y sin decir más se hunde en el cuerpo ajeno, sacándole un agudo gemido de placer y dolor.

Sus uñas se entierran en la espalda de HoSeok, y tira su cabeza hacia atrás mientras su boca se abre.

HoSeok observa detenidamente cada facción, expresión y movimiento del castaño, sus mejillas totalmente sonrosadas, sus piel morena perlada con una fina capa de sudor, los pezones endurecidos, hasta llegar a esos ojos cristalinos que le hacían sentir que perdía la cabeza. Sin duda alguna guardará esa imagen en lo más profundo de su memoria.