Un Nuevo Latido |°HOPEV°|

CAPÍTULO VEINTICINCO.

— Mi madre... Ella... No sé como empezar.

— Sólo dilo HoSeok.

Lo anima TaeHyung con voz apacible y comprensiva. Se sube nuevamente a sus piernas
Y lo abraza por el cuello mientras recuesta su cabeza en su hombro.

HoSeok acaricia la pequeña cintura de TaeHyung de arriba a abajo, eso lo hacía sentirse cómodo y tranquilo. Cierra los ojos y suspira.

— Bien. Comenzaré con que yo hace cinco años era un total idiota, inmaduro y narcisista... Aunque sé que no he cambiado del todo quiero pensar que a menos e avanzado con respecto a eso. Para ese entonces yo tenía veinte años y estaba cursando mi segundo año en la prestigiosa Universidad de Seúl.

TaeHyung al escuchar eso abre en grande los ojos.

— ¿De verdad?. Esa Universidad es carísima además de que sólo pueden entrar personas con un coeficiente intelectual muy alto.

— El coeficiente intelectual no importa, cuando puedes ofrecer fajos de billetes con cantidades enormes. Eran muy pocos los que entraban becados.

El castaño hace un puchero restregando su rostro en el pecho de HoSeok. — Es muy injusto.

— La vida es injusta — ríe haciendo que un hoyuelo se marcara en su mejilla izquierda.

— Buen punto. — concuerda TaeHyung también sonriendo. — pero no vayamos a otros temas. Continúa.

— Ya sabes que hay en la vida de un universitario rico. Fiestas, alcohol, sexo, entre otras cosas. — hace un gesto con su boca que más parece una mueca. — para mi mala suerte esa era mi vida hace cinco años. Fue en una fiesta donde me embriagué como un loco y estúpidamente olvidé colocarme el cinturón de seguridad. — mira a TaeHyung a los ojos y puede ver la confusión en ellos. — y por si preguntas no era yo el que iba conduciendo. — suspira — horas antes de que me fuera de la fiesta, NamJoon y YoonGi llamaron a mi casa para avisar que me encontraba drogado y prácticamente siendo violado por un montón de mujeres casi desnudas en media piscina — el castaño frunce el ceño ante lo dicho, sintiendo una pizca de celos y enojo en su interior, pero no era el momento para eso. — NamJoon me sacó a rastras con ayuda de YoonGi y Jin. Me llevaron hasta la salida y esperamos por Chao, no demoró más de diez minutos en llegar pero para mi completa sorpresa no era Chao quien venía dentro del auto. — cierra sus ojos y aprieta sus puños pero TaeHyung desliza su mano hasta su rostro tratando de reconfortarlo y al parecer lo logra al sentir sus manos ablandarse. — Era mi madre, con la cara roja de la furia al verme en tal estado. Y yo como el idiota que era sólo me reí como desquiciado mientras me metía al auto. Ella se despidió de mis amigos y emprendimos camino a casa. En todo el trayecto o por lo menos la mitad de el, no dejaba de regañarme por mi comportamiento infantil e inmaduro, recibí todo tipo reprimenda e incluso uno que otro insulto. Mientras ella hacía eso... estúpidamente mi estómago no soportó todo el revoloteo y vomité haciéndome hacia en frente, mi madre no se enojó por que haya vomitado su auto sino por que notó que no tenía puesto el jodido cinturón de seguridad — una lágrima escurridiza baja por su mejilla, TaeHyung comenzaba a imaginar lo que habrá sucedido después. — y como toda una tonta madre se quitó el suyo hasta alargar su brazo y colocarme el mío. Ella no redujo la velocidad... sin darnos cuenta nuestro auto cambio de carril yéndose en sentido contrario y... Pasó lo que obviamente se pensaba, otro auto impacto con el nuestro... El cuerpo de mi madre salió por el parabrisas el cual se hizo añicos y cayeron justo en mi rostro. — ahora TaeHyung entendía el por qué de su ceguera pero al parecer a HoSeok no le dolía el recuerdo de aquello sino el de la otra importante persona que lo acompañaba. — sólo intentó protegerme. — Las lágrimas bañaban el rostro del pelinegro y TaeHyung sintió su corazón doler.