15:Escapada.

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Tras un par de semanas sin ningún acontecimiento especial (Nate y yo tranquilas en mi casa, Adrien trayéndonse a chicas a la suya...) es hora de que mi mejor amiga se vuelva con su madre.

Pongo las manos en sus hombros y le doy un fuerte abrazo.

-Te voy a echar de menos.-Me dice.

-Y yo a ti.-Hago un puchero.

-Ey. Nos vemos pronto, ¿vale?

-Vale.-Nos sonreimos.

-Ten cuidado con Adrien. No te dejes manipular.

-Yo no me dejo manipular por nadie.-Niego con la cabeza.

-Bien.-Me da otro abrazo y desaparece entre los demás pasajeros, para subir a su avión.

Me doy la vuelta y veo a lo lejos a Adrien sentado en una de esas sillas de plástico negro, con los codos apoyados en sus rodillas y mirando a alguna parte.

Largo un suspiro y me acerco a él con paso lento, para poder disfrutar sus vistas.

-¿Vamos?-Le pregunto.-Me muero de hambre.

-Vamos.-Se levanta y comenzamos a caminar hacia la salida en silencio.

Cuando entramos en su coche (es un jeep. Si, como el de Patch. Ay, lo que daría yo por estar con mi Jev) Adri me sonríe.

-¿Que pasa?-Le pregunto con recelo.

-Volvemos a estar solos.

-No me digas.-Pongo los ojos en blanco, intentando hacerme la dura, aunque me está costando mucho no devolverle la sonrisa.

-Y tengo una sorpresa para ti.-Se inclina sobre mí, pero lo único que hace es abrir la guantera y sacar un folleto. Me lo entrega.-Leelo.

Lo desdoblo y veo que es un folleto sobre ir a pasar un fin de semana a una casa rural, con jardín, en mitad de un bosque, con desayunos en la terraza...

-Es increíble.-Digo al admirar las fotos.

Es una casa de un color crema, con una terraza en la que hay una gran mesa llena de todo tipo de comida. Por dentro hay una cocina muy, muy, muy bonita, color azul muy claro y blanco, con unas puertas de cristal que son las que dan a la terraza. El salón es un salón normal, salvo por el jaccuzi (o como se diga) que hay en uno de los lados. Hay dos habitaciones, con una cama de matrimonio, un baño y una tele.

-¿Te gusta?-Dice Adrien.-Pues nos vamos a pasar allí un fin de semana. En concreto este.

Abro los ojos como platos.

-¿En serio?

-Completamente.-Sonríe de lado.

-Es fantástico, maravilloso, es...

-Igual que yo, venga, vamos ya. Me he concedido el privilegio de hacerte las maletas.

-¿Has estado urgando en mi ropa?

-Así es.

-¿Me has cogido mis botas negras?

-No.

-Jo.

-Bueno, el mundo no es una fábrica de conceder deseos.-Cuando dice eso, me giro hacia él.

-¿Como osas robarle una frase a Augustus?-Frunzo el ceño.

-Es mi libro favorito.-Se encoje de hombros sin dejar de conducir.

-No vi ningún libro en tu casa.

-Los guardo en el armario de la otra habitación.

-Ah. ¿De verdad leiste Bajo La Misma Estrella?-Me sorprende bastante que lo haya hecho.

-De verdad. Oye, ahora que lo pienso, ¿cual es tu nombre completo?

-Claudia Price.

-¿Claudia?-Suelta una risa.-En tu carnet pone Dris.

-Lo cambié al hacerme el falso. Mis amigos me llamaban Dris, y a mi no me gusta Claudia, así que me quedé con Dris. ¿Y tu nombre completo?

-Adrien Marks.

-Bonito.-Susurro.

-Gracias. ¿Sabes? Me pareció raro que Nate me dejara.

-No le gustas a todas las chicas.-Me encojo de hombros.-A mi no me gustas.-Intento que la voz no se quiebre.

-Eso ya lo veremos. Vas a sufrir este fin de semana.

-¿Que harás?-Le pregunto con miedo.

-Oh, ya lo verás.

***

Una hora después llegamos a la casa. Hace un día maravilloso de sol y calor, perfecto para pasar la tarde fuera.

Aparcamos el coche en el garaje y subimos a la casa.

Es preciosa, igual que en la foto. Subo las escaleras de madera clara y doy al piso de arriba, en donde tan solo veo una habitación.

-Adrien, ¿no eran dos?-Le pregunto inclinándome por el hueco de la escalera.

-Bueno, yo, eh... la de dos es la casa de al lado. Esta solo tiene una.-Se asoma al hueco y me sonríe.

-Imbécil.-Murmullo.-Voy a darme una ducha.

Cojo mi maleta y saco de ella unos shorts y una camiseta corta azul marino. Me meto en el baño, cierro la puerta y abro el grifo de la enorme bañera. Bueno, mejor me doy un baño.

Dejo que se llene, y cuando lo hace echo gel para que salga espuma. Meto una pierna, luego la otra, y finalmente el cuerpo entero. Me tumbo y cierro los ojos para disfrutar del momento.

Cinco minutos después oigo como se abre la puerta y entra Adrien. Lleva tan solo unos boxers.

-¿Que demonios haces?-Pego las rodillas a mi pecho e intento cubrirme todo lo que pueda.

-Quiero darme un baño, pero tardas mucho, así que mato dos pájaros de un tiro.-Sonríe.

Veo como agarra las toallas, que están a mi lado, y las lanza al otro lado del baño. Genial, ahora no puedo salir.

Antes de que proteste, Adrien se mete en la bañera. Una vez que está dentro, y con la espuma cubriendo todo, veo que se quita los boxers y los lanza fuera de la bañera.

Ay no, ay no, ay no.

-Sal de aquí ahora.

-He decidido darme el placer de no privarme de ver cosas bonitas.-Me mira de arriba abajo y me acurruco más.

-Cállate. Deja de copiar a Augustus. Él es mucho mejor que tú.

Se pone serio y frunzo el ceño. Veo como se acerca a mi lentamente. Yo me intento echar más para atrás, pero estoy al borde de la bañera.

Como se acerca más a mi, no tengo otro remedio que agacharme y quedarme con los codos apoyados en el fondo. Adrien sigue acercándose, y se pone encima de mi.

Bueno, em, si, como siempre, solo que ahora estamos, bueno, desnudos. Ejem.

Su boca empieza a besar mi clavícula, trazando una fina línea que desciende.

¿Yo también quiero esto?

Consigo recuperar la compostura y le doy un empujón hacia atrás. Agarro un poco de espuma y se la estampo en la cara.

-¡Ay!-Protesta.

Aprovecho y salgo de la bañera. Voy corriendo a por una toalla y me envuelvo en ella.

-Dris, no iba a hacerte nada.-Dice tras quitarse la espuma de la cara.

-Si me hubiera dejado ahora mismo me estarías desvirgando.-Me sonrojo al imaginármelo.-Nos vemos luego.

Y con paso decidido, salgo de la habitación.






Mi pequeña fugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora