5: La cena.

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Adrien me suelta y se va, dejándome sola y con una sonrisa maliciosa en los labios.

Cuando me aseguro de que entra en su casa, corro a mi habitación y cojo el teléfono. Marco el número de Liam.

-¡Pequeña!-Grita.-Espera, que pongo el altavoz.-Oigo de fondo la voz de los padres de Liam.

-¡Hola Tania, hola Phil!-Les saludo.

Oigo como Liam se ríe y quita el altavoz.

-Dime.

-Pues... mmm...-Le cuento todo, sin ningún tipo de detalle. Liam no me interrumpe, salvo cuando le cuento lo de que Adrien me tiró en la cama, que soltó alguna que otra amenaza hacia él.-¿Entonces... la chica con la que estarás esta noche... le podrías pedir su vestido?

Era obvio que esta noche Liam se lleve una chica a casa. Es regla. Cada viernes, chica. Salvo cuando me quedo a dormir a su casa, claro.

-De acuerdo, pero si es muy provocativo, no dejo que te lo lleves.-Suelto una risa.-Hablo en serio.

-Liam, cuanto más provocativo mejor. Mañana por la tarde te quiero aquí. Chaooo.-Y le cuelgo sin dejarle contestar.

***

Esa misma noche, sobre las once, oigo el ascensor abriéndose y la voz de Adrien. Me levanto del sofá y voy hacia la puerta. Coloco el ojo en la mirilla.

Adrien está abriendo su puerta, pero no está solo. Tiene a una rubia teñida con un vestido demasiado corto colgada de su cuello. Ella no para de reirse y le da suaves besos en el cuello.

Entran en su casa y cierran. Frunzo el ceño. Como hagan ruido les mato.

Una hora más tarde, por fin, me voy a la cama. Cuando me meto, cierro los ojos y me duermo.

***

A la mañana siguiente, me levanto sobre las once. Genial, sigo sin cafetera.

Sonrío para mis adentros. Iré a hacerles una pequeña visita a Adrien y a su teñida.

Me peino un poco y salgo fuera. Llamo a la puerta de Adrien, y a los diez segundos abre la teñida de ayer, con tan solo una camiseta negra (La que llevaba ayer Adrien), y el pelo algo revuelto.

-¿Puedo ayudarte?-Pregunta con una voz algo chillona.

-¿Está Adri?-Pregunto con su mismo tono.

-Ummm... claro.-Se hace a un lado y me señala la habitación.

-Sé donde está.-Le digo, como si yo hubiera estado un millón de veces en ella.

¿Por qué actúo de esta manera?

Entro en la habitación y me encuentro con Adrien, tumbado en la cama, con tan solo unos boxers.

Trago saliva cuando veo su cuerpo escultural.

-Adrien.-Digo seria. Él abre un ojo lentamente y frunce el ceño cuando me ve.

-¿Dris?-Pregunta algo confundido.

-¿Quién si no?-Pongo los ojos en blanco.-Dame tu cafetera.

-Cógela.-Dice volviendo a cerrar los ojos.

-Bien.-Sonrío y me doy la vuelta para salir de la habitación.-Te veré en la cena.-Y acto seguido, cierro la puerta.

Voy a la cocina y cojo la cafetera. Salgo fuera del piso, y la teñida sale conmigo.

-¿Eres muy amiga de Adrien?-Me pregunta frunciendo el ceño.

-Algo así.-Respondo irónicamente con una mueca en los labios.

Mi pequeña fugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora