14:El Diario De Noa.

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ADRIEN POV

Cuando me recupero del golpe, me levanto del suelo y voy hacia la puerta. Salgo al rellano y llamo a la puerta de Dris. Idiota.

A los cinco segundos abre la puerta. Tiene una expresión neutra en el rostro.

-¿Quieres algo?-Me pregunta.

-Vamos, Dris. No iba a hacer nada. De verdad, era solo una broma. Venga, deja que te invite a cenar. Vamos los tres, ¿de acuerdo?-Le sonrío.

-De acuerdo.-Se encoge de hombros y me cierra la puerta en las narices.

Niego con la cabeza y vuelvo a mi piso. Esta niña me tiene harto, siempre todo tiene que ser como ella quiera. Es muy, muy, muy cabezota.

Necesito desquitarme de Dris.

Con paso decidido entro en el baño. Me encuentro con Nate bajo los chorros de mi ducha, sin ningún rastro de tomate. Sonrío cuando la miro de arriba abajo. Ella no me ve, pues tiene los ojos cerrados.

Me quito la camiseta y los pantalones y entro en la ducha.

***

DRIS POV

Me paso la tarde encerrada en mi casa, intentando concentrarme en la lectura, pero hay dos cosas que no me permiten leer: Uno, los gemidos y gritos de Nate y Adrien. Dos, las lágrimas que empañan mi rostro.

Los odio, los odio, los odio. Sé que no puedo hacerlo, pero ella me lo ha quitado.

Adri no me quiere, y tengo que asumirlo.

La prefiere a ella. Y no lo entiendo. Bueno, si. Ella es mucho más guapa que yo. Ella puede darle ciertos placeres para los que yo aún no estoy preparada.

Cuando son las nueve, me visto. Unos vaqueros rasgados, una camiseta blanca de una tela muy suave y unas converse blancas. Me hago una trenza de lado y salgo por la puerta.

Llamo a la de Adrien, y aparecen los dos vestidos y listos para salir.

-¿Vamos?-Pregunta Nate sonriente.

Asentimos y salimos del edificio. Cogemos el coche de Adrien; ellos van delante y yo detrás.

En la radio empieza a sonar... ¿Adivinais? Thousend years.

Y lo que me jode es que ahora Adrien se la está cantando a Nate. Exactamente la misma estrofa que me cantó a mi. Hijo de puta...

Vamos al restaurante al que fuimos la otra vez.

Cuando estamos sentados en la mesa, pedimos la comida y esperamos a que nos la traigan.

-¿Que tal la tarde, chicos?-Pregunto.

-Muy bien.-Dice Adrien sonriente.-Lo hicimos en la ducha, en la encimera, en el sofá...-Va enumerando con los dedos.

-¡Adrien!-Le interrumpe Nate.-No hace falta que le des esa información.-Frunce el ceño y niega con la cabeza.

-Oh, no, por favor, seguid contándome. ¿Cuantos polvos habeis echado hoy?-Eso lo digo en voz alta, por lo que todo el restaurante se gira hacia mí.-¡Por favor, dadme detalles!

-Dris, cálmate.-Nate me agarra del brazo y me arrastra hacia la calle.-¿Que te pasa?

-¿A mi? ¿Qué te pasa a ti? ¡Ni siquiera te enteras de que estoy celosa! Adrien me gusta, me gusta mucho y no sé por qué, ¿vale? Pero me gusta.-Aprieto los puños y dejo escapar un suspiro.

-No lo sabía. Dris, él no es el amor de mi vida ni nada por el estilo. Ya sabes como soy.-Se encoje de hombros.-Le voy a dejar.

Levanto la vista hacia ella.

-¿En serio?

-Si.-Se acerca a mí y me abraza.-Pero ten cuidado con él.

***

-Se lo tomó bastante bien.-Se ríe y se acurruca en mi sofá.

-Que idiota.-Yo también me río.-¿Te apetece ver una peli?

-Si. ¿Cual?

-El Diario De Noa.-Nos sonreímos y asiente.

-El Diario De Noa.-Repite ella.

***

Dos horas después, nos estamos secando las lágrimas. A mi no me gusta llorar, pero últimamente lo hago mucho. Bueno, llorar yo sola si, pero delante de personas no. Me siento estúpida.

Aunque creo que no lloro por la película en si. También aprovecho para llorar por otras cosas. Entre ellas por Adri, pero no lo digo.

Simplemente lo necesito. Me he obsesionado tanto con él que es el motivo de mi felicidad.

Mi pequeña fugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora